Paolo Trotte publicó su video en la cuenta virtual de la iglesia Centro Familiar Cristiano, de Ciudad del Este.
“Entre finales del 2010 y principios del 2011, empezamos a vivir una crisis familiar muy intensa en donde las peleas de mis padres eran cada vez más frecuentes. (Estos) hicieron que abandone la casa... en lo que yo veía que mi familia se iba destruyendo”, expresa el joven.
“Tras meses de mucho dolor... y llega la peor noticia de mi vida, la que me marcó y me rompió. Mi papá le había quitado la vida a mi mamá”, cuenta Paolo.
Adolfo Trotte cumple una condena de 30 años de cárcel más 10 años de medias de seguridad por el feminicidio de su esposa Sonia Vera. Era en ese entonces líder de barras bravas del club Olimpia.
Había acabado con la vida de su esposa en su camioneta; luego llevó su cuerpo hasta un bus descompuesto que estaba estacionado en la Villa Olimpia. Paolo cuenta que siendo su padre, líder de las barras bravas, estuvo inmerso en un ambiente de drogas, peleas y armas. Y a partir de la muerte de su madre, cayó en una secuencia de dolor, depresión e intentos desesperados de encontrar respuesta.
“Mi vida comenzó a desmoronarse... me refugié en el consumo excesivo de drogas, alcohol y otros tipos de sustancias”, confiesa.
EL DESPUÉS. El cambio en su vida llegó a través de la fe, cuenta Paolo.
“Yo le permití a Dios que empiece a obrar en mi vida, a sanar, a renovar, y que me encamine al propósito que tenía... (Un día) en la tarde, recibo una llamada de mi papá después de años. Ni bien atendí, mi papá vuelve a pedirme perdón por lo que nos hizo a mis hermanos y hermanas”, dice. Eso era exactamente lo que él necesitaba escuchar y después de mucho pudo soltar, perdonarlo y ser libre, cuenta.
“Yo soy testimonio vivo del poder de Dios en las personas y mientras él me regale vida quiero gritarle al mundo lo que hizo por mí”, finaliza.
El feminicidio ocurrió en la madrugada del 3 de julio del 2011. Trotte había disparado a su esposa y dejado el cuerpo escondido. Huyó a Clorinda, donde fue detenido el 7 de julio por la policía argentina.
En el 2022, Adolfo Trotte también contó su testimonio a un medio televisivo y se mostró arrepentido de la muerte de su esposa. Dijo que hoy su vida es diferente, ya que tras un encuentro con Dios, recibió una transformación y es pastor dentro del penal. Desde la Penitenciaría de Coronel Oviedo, contó que desde el 2018 su vida cambió. “Adolfo Trotte en la vida pasada era un hombre muy desordenado, violento”, dijo. Aseguró haber cometido el peor crimen de su vida, que es el de haberles quitado a sus hijos a su madre.