En partido de gran intensidad y con público, que necesitó 125’ para ser desnivelado, Bayern de Alemania, recientemente consagrado en Champions League, venció 2-1 al Sevilla español (ganador de la Europa League) y se adueñó de la Supercopa de clubes. El argentino Lucas Ocampos marcó a los 13’, de penal. Pero León Goretzka empató a los 34’. El resto del juego fue trepidante, pero no se definió hasta los 104’. El experimentado español Javi Martínez puso el 2-1 final. Como en la final de 2013 contra Chelsea, Bayern encontró el gol del título en la prórroga también con gol del mismo Martínez.
ESPECTADORES. El estadio Puskás Aréna, de Budapest, capital de Hungría, recibió a más de quince mil personas, casi el 30% de su aforo, lo que constituye una novedad en un año marcado por la pandemia. Hubo unos 3.000 hinchas del Bayern y 500 del Sevilla, con las medidas de seguridad exigidas. Jugar a puertas abiertas fue criticada por autoridades húngaras.