El laico debe ser ejemplo de honestidad, transparencia y ‘‘una molestia para la corrupción’’. Este fue el mensaje que dejó ayer el presbítero Osmar López durante la homilía de la misa central de las vísperas de la fiesta de la Virgen de los Milagros de Caacupé.
La ceremonia religiosa se desarrolló bajo el lema El protagonismo de los laicos en la construcción de un pueblo en paz, justicia y fraternidad. Fue presidida por Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, pero el sermón lo dio el presbítero Osmar López, párroco de la Parroquia Santo Tomás Apóstol de Paraguarí.
Dijo que un bautizado debe ser consecuente y ser un testigo de la verdad y de la justicia en medio de tanta corrupción y robos en tantas comunidades.
‘‘Para el cristiano no basta la denuncia de las injusticias. A él se le pide ser en verdad testigo y agente de la justicia. Yo debo ser ejemplo de honestidad y transparencia, aunque sea motivo de marginación, no todos nos quieren así, y somos una molestia a la corrupción’’, dijo el religioso.

Preguntó a los laicos si realmente se consideran como católicos, si es que la presencia de cada uno molesta a la corrupción.
‘‘En las juntas municipales, en los diferentes ambientes públicos y políticos. ¿Como católico eres molestia o eres parte de la corrupción? Si no somos una molestia, un obstáculo, ¿entonces hemos perdido la honestidad?”, refirió.
El párroco insistió en que todos juntos podemos construir un pueblo en paz, justicia y fraternidad.
‘‘Este año del laicado que iniciamos es una oportunidad para asumir nuestra dignidad de ser bautizados. Esta es la gran misión, ser protagonistas (...) Un laico que no participa de la misa dominical no puede sostenerse como protagonista de la iglesia y de la sociedad’’, recordó el párroco López. DB