26 mar. 2025

Un cuento chino en a-Prieto-s

“Proponen que Itaipú financie compra de pupitres escolares”, reza un titular del diario La Nación del 19 de enero de 2024. El diputado colorado cartista Hugo Meza es el protagonista de la noticia. Reveló que tuvo una conversación con las altas autoridades de la hidroeléctrica y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y surgió la propuesta. Para no perder tiempo, anunció que presentarían ante la Comisión Permanente (el Congreso estaba de vacaciones), un proyecto de declaración “para instar” a la binacional la compra de 500 mil pupitres.
La cifra de las carencias fue proveída por el MEC: 75.000 mobiliarios para la educación media y 400.000 en el primer y segundo ciclos. “Estoy seguro que el presidente Santiago Peña acompañará esta gestión, ya hablé con el director de la Itaipú, Justo Zacarías, y se mostró demasiado optimista sobre la posibilidad de concretar este tema”. Pero fue más, y reveló que Zacarías “incluso que ya se encontraba trabajando” en el asunto.

El archivo sirve como base para entender cómo se gestan los proyectos/negociados en el Gobierno. Como se vio después, “el optimismo” de Zacarías se concretó con la venia presidencial porque en diciembre, Itaipú adjudicó a la empresa Kamamya SA para la provisión de 328.687 juegos de mesas y sillas escolares por G. 248.714.954.290 (USD 32 millones).

VIEJO CUENTO. El “gesto altruista” de la binacional en apoyo a la educación se convirtió muy pronto en el viejo cuento de las compras públicas corruptas en el Paraguay: Información privilegiada para la empresa amiga, licitación direccionada, sobrefacturación escandalosa, el mágico cambio de rubros para vender oportunamente al Estado, el trueque entre el poder político y empresarial: “Yo pongo a tu disposición mi avión, vos me das la licitación y nos repartimos las ganancias, ganamos todos”. Es un círculo que gira sin parar más allá de quien esté en el Gobierno, una maquinaria que se alimenta de la corrupción de todo administrador de la cosa pública, desde la Itaipú hasta la Intendencia más humilde.

Los pupitres chinos tienen a Santiago Peña y al cartismo contra las cuerdas. La primera reacción a las denuncias de sobrefacturación y el descarte grosero a la industria nacional que iba a beneficiar a miles de trabajadores (metalúrgicos y madereros) fue la prepotencia y la vieja cantinela del revanchismo político. El presidente defendió la compra y rebajó las críticas a la “envidia, el revanchismo y la falta de solidaridad”.

Pero a medida que pasan los días, el asunto se vuelve aún más denso.

PRIETO METE EN APRIETOS. El intendente de Ciudad del Este, Miguel Prieto (YO CREO), puso una granada al revelar que su administración también comprará pupitres chinos, por un precio infinitamente menor: 22 dólares versus 95 dólares de Zacarías Irún. En la compra de Itaipú habría 20 millones de dólares de sobrefacturación, según los cálculos. No hay explicación matemática posible, excepto la cercanía del empresario Long Jiang con el vicepresidente Pedro Alliana, quien era pasajero frecuente del avión del chino, que “gentilmente” le prestaba para hacer campaña política y traslados familiares varios.

El atrevimiento del intendente de pretender comprar más barato dejando aún más al descubierto el negociado, fue castigado por el Gobierno. En inusitada premura, la Dirección de Contrataciones Públicas suspendió el llamado a licitación de la Municipalidad de Ciudad del Este para la compra de 10 mil pupitres de origen chino por una denuncia de supuesto precio irreal y la inexistencia del producto en el mercado.

El cartismo sigue protegiendo la escandalosa compra e intenta frenar las críticas apelando al ruido político. En el Congreso frenó una declaración que instaba a suspender la licitación, pero se vio obligado a aprobar sendos pedidos de informes a la binacional, al MEC y a la DNIT.

Senadores de la oposición presentaron una denuncia penal contra la compra de los pupitres chinos. El silencio del Ministerio Público es una sonora complicidad.

CAJA CHINA. Peña no está encontrando la caja china, esa estrategia de distracción mediática utilizada para desviar la atención de una crisis. Tratando de redireccionar el debate público y mostrando el rostro social de la binacional, el jueves apareció en un video anunciando la ampliación de becas de Itaipú para los jóvenes de 5.000 a 6.796.

Pero parece que ya ni a Horacio Cartes convence. Que en medio de su parquedad evidenció su molestia lanzando una frase que sonó a estirón de orejas. “Hay demasiada gente que no hace nada. Así que, ahora, que entre todos nos pongamos un poco el sayo y entremos a trabajar”.

No hay caja china que desvíe la lupa de la escandalosa compra de los pupitres chinos. Si el presidente no se anima, no quiere, no puede frenar, será otro cuento chino que alimentará aún más la indignación ciudadana que tomará las calles en una semana llena de movilizaciones populares.

31269753

Más contenido de esta sección