El consenso sobre Ucrania se produjo a pesar de la creciente tensión que generó el regreso de Trump dentro del G7, integrado por Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos. Las fricciones se deben a los aranceles que Trump anunció contra socios y rivales, y por sus reiterados cuestionamientos a la soberanía de Canadá, anfitrión del encuentro.
En una declaración conjunta, los países respaldaron una tregua de 30 días propuesta por Estados Unidos y aceptada por Kiev, y “llamaron a Rusia a que corresponda, aceptando un alto el fuego en términos de igualdad e implementándolo plenamente”.
“Discutieron la imposición de nuevos costos para Rusia en caso de que ese alto el fuego no se alcance, incluidas nuevas sanciones, topes al precio del petróleo, así como apoyo adicional a Ucrania, y otras medidas”, como el uso de bienes rusos congelados.
El grupo de los siete también señaló la “necesidad de acuerdos de seguridad sólidos y creíbles para garantizar que Ucrania pueda disuadir y defenderse de cualquier nuevo acto de agresión”.
No ahondaron en detalles, y Trump ha cerrado la puerta a la admisión de Ucrania en la OTAN, una idea que el presidente ruso, Vladímir Putin, detesta.
El secretario de Estado, Marco Rubio, dijo a periodistas que Trump no quería imponer nuevas sanciones a Rusia, pero que “Estados Unidos cuenta con esas opciones” de ser necesario.
Rubio elogió el trabajo diplomático liderado por Estados Unidos en los últimos días y dijo que “hay motivos para ser cautelosamente optimistas”, pese a que “queda mucho trabajo por hacer”.
Trump, que regresó a la Casa Blanca en enero, ha descolocado a sus aliados al retomar el diálogo con Putin, suspender brevemente la ayuda financiera y de inteligencia que Estados Unidos da a Ucrania, fundamental para Kiev desde la invasión rusa hace tres años.
Pero el panorama cambió radicalmente el martes cuando Rubio y el asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, se reunieron con funcionarios ucranianos en Arabia Saudita.
Ucrania, que intenta recomponer los lazos con Washington después de una desastrosa visita del presidente Volodimir Zelenski a la Casa Blanca, recibió de buena manera la propuesta de Estados Unidos de una tregua de 30 días, que luego un enviado de Trump presentó a Moscú.
Putin se mostró el pasado jueves favorable a una tregua, pero pidió más aclaraciones, lo que hizo que Alemania y Ucrania lo acusaran de usar tácticas dilatorias.
Pese a las constantes provocaciones de Trump contra Canadá, Rubio elogió a la ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Melanie Joly, por su “excelente trabajo” al lograr una “declaración contundente” del G7.