Agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) irrumpieron en la zona ocupada por campesinos, quienes en un momento se refugiaron en la escuela Fátima.
Según denunció la dirigente de la Federación Nacional Campesina, Teodolina Villalba, los efectivos atacaron con gases lacrimógenos y balines de goma, hiriendo a uno de los pobladores.
Los ocupantes manifestaron que incluso varios niños se vieron afectados por los gases que lanzaron los efectivos policiales en la institución.
Tras la cosecha de soja en las parcelas en disputa, los brasiguayos se aprestan al cultivo de maíz, situación que molesta a un grupo de ocupantes que siguen con la esperanza de recuperar esas tierras, informó el corresponsal Robert Figueredo.
Julián Torres, poblador de Guahory, dijo que los uniformados iniciaron una represión contra los campesinos que exigen el cese de los trabajos de siembra. “Se aproxima un nuevo conflicto, porque no permitiremos la utilización del predio cercano a las 1.000 hectáreas para el cultivo mecanizado”, advirtió.
A su vez, el jefe de la policía departamental, comisario principal Antolín Gómez, aseguró desconocer la información referente a la supuesta represión de esta mañana. Mencionó que están en alerta debido al ambiente tenso que de nuevo se tiene en Guahory.
Parte de las familias del lugar fueron reubicadas en una superficie de 1.500 hectáreas en el distrito de Yhú, mientras que otras recibieron parcelas por parte del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) en Guahory, quedando alrededor de 20 sin el pedazo de tierra en la colonia, aunque según los dirigentes campesinos son más de 100 las familias que permanecen en las carpas.
El Congreso sancionó la expropiación de las tierras a favor de los campesinos, pero mientras se aguarda la venia del Ejecutivo, continúa en Guahory el conflicto con los brasiguayos.