Una vez recuperado del susto, el hombre avisó a la Policía de North Port, que acudió a la residencia y se hizo cargo del reptil.
“Hemos devuelto el confundido Alligator mississippiensis al canal del que salió”, dice el mensaje del Departamento de Policía de North Port que acompaña a las fotos del caimán junto al automóvil del dueño del garaje y rodeado de trastos.
Los caimanes y los cocodrilos de Florida son animales protegidos, contra los que solo se puede actuar cuando hay riesgo inminente para la vida humana.
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Florida cuenta con una población de unos 1,3 millones de caimanes, gracias a un exitoso programa que hace décadas logró sacarlos del peligro de extinción.
En 2018 el organismo que se encarga de la conservación de la fauna en Florida puso en marcha una línea telefónica gratuita para atender llamadas relacionadas con situaciones de peligro creadas por caimanes.
Ese mismo año Shizuka Matsuki, una mujer de 47 años, paseaba con sus perros cerca de un lago en un parque de Davie (sur del estado) cuando un caimán la atrapó y la arrastró consigo. Su cadáver fue hallado horas después en el lago.
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En junio de 2016, en un hotel de Orlando (centro de Florida), un niño de dos años que estaba jugando a la orilla de una laguna fue atrapado por un caimán que se lo llevó sin que sus padres pudieran hacer nada para impedirlo y fue hallado muerto dos días después.
De acuerdo con un folleto de FWC sobre la interacción entre humanos y caimanes, desde 1948 hay más de 20 casos documentados de muertes de personas a causa de ataques de esos reptiles en Florida.