El incendio, ya extinguido, afectó el edificio de la empresa estatal de telecomunicaciones China Telecom. La ciudad de Changsha, de diez millones de habitantes, es la capital de la provincia de Hunan.
Las impresionantes imágenes difundidas por la televisión estatal CCTV mostraban llamas inmensas de color naranja arrasando todo un costado del edificio, que tiene 42 plantas en la superficie.
En videos difundidos en las redes sociales, se puede ver una gruesa columna negra escapando del inmueble y a personas que huyen para evitar ser alcanzadas por escombros incandescentes que caen del cielo.
“Según una investigación preliminar, (el incendio) se habría declarado en un muro exterior del edificio”, indicaron los bomberos de la provincia en Hunan en la red social Weibo.
“El incendio fue extinguido y no se halló ninguna víctima”, subrayó la misma fuente, que agregó que el primer llamado de auxilio fue a las 15.48 (7.48 GMT).
Inmueble calcinado
Internautas publicaron imágenes de un largo brazo articulado por los bomberos que lanzaba agua contra la superficie negra del edificio, en parte calcinada.
“El incendio fue apagado a las 16.30" y “las comunicaciones (telefónicas) no se interrumpieron”, precisó China Telecom en un mensaje publicado en Weibo en el que confirmó la ausencia de víctimas en lo inmediato.
El rascacielos había sido terminado de construir en 2000, según CCTV.
Esta relativa modernidad del inmueble podría explicar en parte la ausencia de víctimas. Los edificios de las grandes ciudades en China practican de manera regular ejercicios antiincendios.
De todos modos, China es escenario a menudo de incendios mortales, cuya razón sería la aplicación a veces laxista de las normas de seguridad y las construcciones ilegales que pueden complicar la evacuación.
En junio de 2021, el incendio de una escuela de artes marciales en la provincia de Henan (centro) dejó 18 muertos, la mayoría de ellos menores de 7 a 16 años.
Los medios oficiales indicaron en aquel momento que el edificio donde se encontraba la escuela no había pasado los controles de seguridad obligatorios.
En 2017, dos incendios mataron a más de 20 personas en barrios de Pekín habitados por trabajadores migrantes llegados de otras provincias.
En 2010, un gran incendio devastó un inmueble residencial de 28 pisos en Shanghái, con un saldo de 58 muertos.