El hombre, que no quiso ser identificado, dijo que había rastreado con un detector de metales durante años el mismo lugar situado en la región de Goldfields, en el estado de Australia Occidental, y que tuvo el golpe de suerte tras mejorar su tecnología.
El buscador precisó que la pieza, que pesa unos 3,23 kilos, contenía unas 68 onzas de oro, que equivalen a 2,11 kilogramos de este metal precioso.
“Estaba (enterrada) a mucha profundidad, a unos 800 milímetros en tierra de arcilla y tardé más de dos horas de excavación cuidadosa para sacarla”, dijo el descubridor según la agencia local AAP.
A principios de mes, la empresa canadiense RNC Minerals anunció que halló 9.250 onzas de oro de más de 15,9 millones de dólares australianos (USD 11,59 millones o 9,84 millones de euros) en el yacimiento aurífero de Beta Hunt, en el área de Goldfields.
El hallazgo de la minera incluye dos rocas de 95 y 63 kilos de peso, que tenían entre las dos más de 4.000 onzas del metal dorado.