Brígido Bogado nació hace 58 años en una comunidad indígena Mbya Guaraní, cerca de Fram, Itapúa, con un surrealista nombre literario que probablemente marcó su destino: Arroyo Frazada.
¿Cómo un arroyo puede ser a la vez frazada? ¿Cómo cobijarte con un cristalino cauce de agua que fuera a la vez una cálida manta en noches de invierno? Es algo que solo se puede lograr con los delirios de la poesía.
Brígido se convirtió en el primer poeta indígena Mbya Guaraní que escribe y publica libros en tres lenguas: El guaraní mbya de su pueblo, el guaraní de los paraguayos y el castellano de los conquistadores. Su historia es particularmente relevante, porque de niño fue llevado a ser criado por una familia de “blancos” en Carmen del Paraná, lejos de su cultura ancestral. Sufrió discriminación, aunque supo sobrellevarla. Tuvo escolarización e incluso ingresó a un seminario católico, con preparación universitaria en Teología. Allí descubrió su pasión por las letras y un irrefrenable impulso de volver junto a los suyos a redescubrir sus orígenes.
Arroyo Frazada ya no existía. Brígido se reintegró entonces a otro núcleo Mbya, que habitaba la mítica Isla Yacyretá, refugio de pesca y juergas del dictador Alfredo Stroessner. Cada vez que el general llegaba, los indígenas eran cercados por militares.
Cuando empezó a construirse la represa de Yacyretá, fueron expulsados, convertidos en parias errantes, hasta que lograron asentarse en la zona de San Cosme y Damián, formando la comunidad Pindó.
Brígido se estableció como docente, creó la primera escuela indígena, empezó a escribir sus primeros poemas y a publicar su primer libro. Hoy tiene varios volúmenes editados y es miembro de la Sociedad de Escritores del Paraguay. Transformó su propia historia y tradición, porque en los tapy del mundo guaraní nunca antes hubo personas que conciban a la poesía como oficio, quizás porque para ellos la vida misma es poesía.
Conocí a Brígido hace algunos años, cuando me invitaron a dar clases de periodismo en la Universidad Católica de Encarnación y él fue uno de mis alumnos. Me contó que viajaba cerca de cien kilómetros todas las tardes desde Pindó y retornaba a la madrugada. Hizo varios reportajes sobre la historia de su pueblo, que publicamos en el blog Karumbe Digital.
Hace unos días defendió su tesis, titulada “Desafíos de la implementación de una Radio Comunitaria en la comunidad Mbya Guaraní de Pindó” y se convirtió con honores en el primer indígena Mbya Guaraní que es Licenciado en Ciencias de la Comunicación con énfasis en Periodismo, en toda la historia del Paraguay.
Brígido Bogado es moreno, robusto, gentil, callado, tímido y huidizo. Anda por el mundo en silencio, como pidiendo disculpas, le molestan las multitudes y los actos estruendosos, pero siempre está presente cuando hay que hacer oír su voz y la de su pueblo, que durante tanto tiempo han buscado silenciar.
Su poesía en lengua mbyá guaraní suena gutural, musical, filosófica y, a veces, mística, pero también hiriente, denunciadora de tantas injusticias que él lleva atragantado en el pecho desde hace más de quinientos años.
Es un verdadero placer y un honor tenerlo a partir de ahora como colega.