El incidente ocurrió cuando la manifestación estaba en la zona de Descahos, cuando un grupo de personas armadas dispararon contra los manifestantes, según informes de los medios de comunicación locales, que no identificaron al fallecido.
La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunció este viernes que al menos 42 personas han fallecido, 19 de ellas a manos de las fuerzas de seguridad, en las siete semanas de protestas que paralizan Haití desde mediados de setiembre.
Lea más: CIDH calcula en 26 muertos y 77 heridos las víctimas por protestas en Haití
En Puerto Príncipe hoy se registró una manifestación pacífica en la que cientos de personas se concentraron para exigir la salida inmediata del presidente Moise, en una marcha en la que tocaron dos conocidas bandas de música haitiana, Shaba y Raram.
Al margen de esta manifestación, hombres armados atacaron a golpes al periodista Franciyou Germain, de la agencia en línea Mag Haiti, y le borraron las fotos de su teléfono y su cámara.
En Carrefour, ciudad al suroeste de Puerto Príncipe, los manifestantes organizaron un funeral simbólico de Jovenel Moise y prendieron fuego al ataúd frente al cementerio de la ciudad.
Entérese más: Me duele Haití
En Puerto Príncipe, como en algunas capitales de provincia, todas las actividades se han paralizado durante no menos de siete semanas de movilización popular.
Las manifestaciones comenzaron por la escasez de combustible en un país asolado por la corrupción, las desigualdades sociales, la inflación y la devaluación de la moneda nacional, pero han continuado aunque el carburante ha vuelto a las gasolineras.
Este viernes se reforzaron las barricadas en los distintos distritos del área metropolitana de Puerto Príncipe, a pesar de las medidas anunciadas por el ministro del Interior, Pierre Josué Agénor Cadet, para eliminar las barricadas e imponer la reanudación de las actividades.
El miércoles y el jueves por la noche, las autoridades centrales lanzaron una gran campaña para limpiar las calles y demoler las barricadas, que son erguidas de nuevo cada mañana por decenas de activistas.