Se trata de Javier Zarza, quien es de escasos recursos, y su esposa también había presentado problemas en el riñón, por lo que falleció a consecuencia de que no pudo conseguir un donante a tiempo.
El padre menciona que aparte de su hijo de 15 años, tiene dos criaturas más, una niña de siete años y un niño de trece años. El hombre explica que su hijo debe someterse al tratamiento tres veces por semana, por lo cual deben quedarse en el albergue y como no tiene trabajo, la situación es más difícil.
“Hace tres años que estamos en el Hospital Regional de Itauguá con mi hijo de 15 años. Yo estoy solo con él y no trabajo. Es complicado nuestra situación, su madre ya falleció por problemas en el riñón en diálisis también. Me quedé con tres criaturas, sus hermanos se quedan con su tía en Concepción”, relató.
Explicó que su hijo se realiza la diálisis tres veces a la semana, los días martes, jueves y sábados, que tienen una duración de cuatro horas en cada sesión.
Comentó que su hijo tiene que comer algo durante el proceso y después también. Inclusive, comentó que hay veces que no tiene ningún alimento para darle.
Zarza explica que a veces sale del hospital para ofrecerse a limpiar patios para poder comprarle algo a su hijo para que se alimente, mientras se realiza el tratamiento. Asegura que su mayor deseo es que se traslade su tratamiento al Departamento de Misiones. Mencionó que no tiene para pagar los estudios médicos de su hijo y que le faltan algunas medicinas.
El padre relató que en Misiones estuvo hablando con la doctora y le dijo que cuando su hijo cumpla los 16 años, recién se le podrá atender allí, porque no hay para pediatría.
Relató que ahora le están pidiendo muchos estudios para hacerle, de los cuales, tres de ellos son muy costosos, que no hay en el Hospital. Añadió que ya golpeó la puerta de varias fundaciones, pero poco le ayudan.
El padre de familia también mencionó que si no fuera por el albergue y el alimento que allí les dan, no hubiera podido aguantar costear los gastos del tratamiento, ya que son sus vecinos, parientes y amigos quienes suelen ayudarle en este difícil transitar.
“Nosotros nos quedamos en un alberge cerca del hospital. Ya vivimos tres años acá. Nos proveen comida que me ayuda mucho, porque si eso iba a comprar, no iba a aguantar. Pido la colaboración de la gente, ya que hay mucha gente de buen corazón. Cualquier aporte en efectivo estaré muy agradecido”, concluyó.
Las personas que deseen ayudar a este padre de familia pueden comunicarse con él, al número (0985) 645-302.