“Este caso podría tratarse de una condición genética conocida como leucismo que produce una pérdida parcial de la pigmentación del plumaje o pelaje de los animales, mientras mantiene el color normal de sus ojos, lo que los diferencia de los albinos”, señaló la entidad en un comunicado.
Agregó que, según sus técnicos, “también son más resistes a la luz solar”.
“Sin embargo, solo análisis genéticos podrían confirmar el diagnóstico”, apuntó.
El PNG explicó que en Galápagos, a 1.000 km frente a la costa de Ecuador, se han registrado casos de albinismo o leucismo en tiburones, lagartijas, langostas, pinzones, entre otros, siendo este el primer registro de un pingüino con esta condición.
Informó que el “raro” pingüino fue avistado hace una semana por el guía naturalista Jimmy Patiño en el norte de la isla Isabela.
Anotó que junto a la Fundación Charles Darwin trabaja en el monitoreo constante de la población de pingüinos de Galápagos (Spheniscus mendiculos) en sus zonas de anidación, en las cuales realiza un control de especies introducidas para brindarle mejores condiciones de supervivencia.
El último monitoreo la especie presentó su cifra más alta desde 2006, por lo que se considera que la población está saludable, de acuerdo con el PNG.
En octubre anunció que la población de pingüinos de Galápagos, los únicos que habitan sobre la línea ecuatorial, pasó de 1.451 en 2019 a 1.940 en 2020.
El pingüino de Galápagos es una de las variedades más pequeñas del mundo. Esta ave llega a medir hasta 35 centímetros de altura.
El archipiélago, que sirvió de laboratorio natural al científico inglés Charles Darwin para su teoría sobre la evolución de las especies, toma el nombre de las gigantescas tortugas que habitan allí.