EFE
El óleo del malagueño fue la estrella de una doble sesión vespertina de subastas en la casa Christie’s dedicadas al arte impresionista y surrealista, en la que brillaron asimismo obras de los franceses Claude Monet y Edgar Degas.
El cuadro de Picasso es uno de los primeros ejemplos de las representaciones de mosqueteros y espadachines que se multiplicaron en su obra a finales de la década de 1960.
Los expertos consideran que la mujer que aparece a su lado, con cabello oscuro, postura hierática y ojos rasgados, es la musa y segunda esposa del pintor Jacqueline, con la que se había casado en 1961.
“La carrera tardía de Picasso estuvo definida por las pinturas sensuales en las que se representa a sí mismo como un artista viril al lado de su voluptuosa amante”, señaló en un comunicado el jefe de subastas de Christie’s, Keith Gill.
“Utilizaba las figuras alegóricas no solo para hacer referencia a personajes ficticios, sino con la intención de situarse a sí mismo en el canon histórico del arte junto con figuras como Rembrandt, El Greco, Velázquez y Goya”, afirmó el experto.
En los años previos a su muerte, en 1973, el artista español plasmó un “sentido de urgencia” en sus trabajos, “como si tratara de vencer al paso del tiempo”, sostuvo Gill.
Otro trabajo de Picasso, “Femme se coiffant” (1956), en el que vuelve a aparecer Jacqueline en una postura sensual, se vendió por 6,75 millones de libras (7,62 millones de euros), mientras que “Paloma” (1954), también del español, alcanzó 5,85 millones de libras (6,61 millones de euros).
En la sesión dedicada al surrealismo se vendió asimismo el lienzo de Picasso “Figure”, por 8,33 millones de libras (9,51 millones de euros).
“Dans les coulisses”, un pastel sobre lienzo que Degas ejecutó entre 1882 y 1885, se remató por 8,99 millones de libras (10,15 millones de euros).
Los especialistas consideran esta obra de dimensiones modestas (66 por 37 centímetros) como una de las muestras de la especial habilidad del francés para representar la realidad a través de un uso sutil de los colores.
La escena de Deags sumerge al espectador en las entrañas de la Ópera de París, con la imagen de una cantante que estudia su partitura momentos antes de aparecer ante el exigente público de la capital francesa.
El paisaje de Monet “Prairie à Giverny” (1885), uno de los trabajos que el pintor ejecutó durante una época clave de su carrera, que contribuyó a definir los rasgos del movimiento impresionista, atrajo asimismo la atención de los compradores y se remató por 7,54 millones de libras (8,52 millones de euros).
Monet acababa de regresar de una estancia de tres meses en Italia, durante la primavera en 1884, cuando comenzó a dedicarse casi por completo a retratar paisajes al aire libre en la campiña que rodeaba su nuevo hogar en Giverny, al norte de Francia.
En ese periodo, que se extendió cerca de dos años, se encuadra la obra vendida este martes en Londres, en la que el pintor demuestra su maestría en la yuxtaposición de las texturas y colores de la vegetación.
Entre los surrealistas, destacó asimismo el trabajo de Magritte “Le groupe silencieux” (1926), un inquietante estudio sobre el aislamiento y el silencio que se vendió por 7,20 millones de libras (8,13 millones de euros).