El virus H5N1 ha creado una situación de “pandemia animal” que comenzó a finales de los años noventa en el sudeste asiático y esta enfermedad se considera endémica en países como Vietnam o China, explica a EFE el investigador en epidemiología veterinaria de la Universidad española de Zaragoza, Nacho de Blas.
Las aves acuáticas migratorias son portadoras de las cuatro cepas de influenza A, lo que ha propiciado su extensión entre las aves, que ha llegado ya hasta Centro y Sudamérica.
El investigador recuerda que desde 2005, cuando la propagación de la enfermedad en los animales tomó fuerza, “empezaron a notificarse algunos casos muy esporádicos de salto zoonótico a humanos”.
Hay aproximadamente un centenar de casos descritos en quince años y aunque es una enfermedad “muy virulenta” y con una alta letalidad para los humanos, “es muy, muy poco contagiosa”.
Los casos de contagio se han producido, “sobre todo, por convivencia muy estrecha con los animales enfermos o por una manipulación muy inadecuada de los mismos”.
“Este virus puede pasar a los humanos como a otros mamíferos, aunque no es algo fácil, pero hay que seguirlo y, sobre todo, seguir de cerca, como se hace desde hace ya tiempo, las posibles infecciones de porcino” que para De Blas son el “gran problema”.
El salto zoonótico (de animales a personas) “es complicado” porque los receptores a los que se une el virus de la gripe A son diferentes en las aves y en los humanos.
Sin embargo, el cerdo, al que se tiene “supervigilado”, tiene ambos tipos de receptores, por lo que existe la posibilidad de que se infecte simultáneamente con N5H1 y con otro virus porcino o humano.
muy raro. Esa coinfección podría generar –señala– una recombinación de virus y que el resultado sea un virus que pueda ser muy contagioso o virulento para los humanos.
El “riesgo fundamental” es la recombinación en cerdos, mientras que en el resto de mamíferos “es muy raro” que se produzca ese escenario.
Al porcino se lo considera como “un vaso de mezclas o una coctelera. Cuando se producen coinfecciones se recombinan virus y ahí es donde hay un riesgo muy alto de que surja un virus que nos complique la vida”.
De Blas recuerda el H1N1 surgido en 2009 y que también fue un virus de gripe A como resultado de una recombinación múltiple de virus aviares de origen euroasiático, porcinos norteamericanos y humanos.
Un virus que “afortunadamente no fue demasiado virulento” y que ahora circula de “forma normal”.
La extensión de la gripe aviar entre las aves, no solo salvajes, sino de granja es un asunto a vigilar y constituye “sobre todo, un problema de tipo sanitario para las aves”, además de económico por los problemas de abastecimiento y encarecimiento de huevos y carne de ave que está provocando en diversos países.
Los brotes por H5N1 también se han multiplicado en las últimas semanas entre mamíferos como visones, nutrias, zorros y leones marinos. Un fenómeno que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya calificó el pasado día ocho de preocupante y que debía ser vigilado.
El investigador dice que, “normalmente, este virus está muy adaptado” a aves y aunque los mamíferos se pueden llegar a infectar, el contacto tiene que ser muy estrecho.
Ello no quita para que se hayan dado casos en zorros, mofetas, osos o pumas en Estados Unidos, o la muerte de cientos de focas en el mar Caspio, una transmisión que se produciría no solo porque los mamíferos carnívoros depreden aves infectadas, sino por contagio entre ellos.
Se encienden las alarmas en Latinoamérica
En EEUU se han detectado, desde enero de 2022 hasta la fecha, un total de 6.192 casos de gripe aviar en aves silvestres de 50 estados, aunque la mayoría se concentra en la Costa Oeste.
La enfermedad, que en algunas ocasiones en las últimas décadas ha llegado a afectar a humanos con varios casos mortales, sigue siendo poco habitual en nuestra especie, “pero no podemos asumir que siempre sea así y debemos prepararnos para cualquier cambio de situación”, dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Este mal se detectó por primera vez en 1996, se ha expandido ampliamente entre aves, tanto libres como en cautividad, y actualmente la OMS continúa trabajando con sus socios para monitorizar la evolución del virus, estudiando especialmente los casos en otros animales y seres humanos, puntualizo el máximo responsable sanitario de Naciones Unidas.
Esto es lo que ha sucedido en Ecuador, donde se reportó el caso de una niña de 9 años de la provincia andina de Bolívar que se contagió al haber estado aparentemente en contacto con un ave enferma.
En ese país, la emergencia zoosanitaria está vigente desde noviembre pasado. Hasta la fecha, cerca de 1,2 millones de aves han muerto o han sido sacrificadas.