Luis Bareiro | lbareiro@uhora.com.py
**EDICION IMPRESA**
Pequeños partidos o movimientos políticos de izquierda, sobrevivientes de la larga dictadura estronista, fueron la génesis de la organización criminal que hoy opera bajo la denominación de Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
De acuerdo con los datos que manejan tanto Inteligencia de la Policía como la Fiscalía Antisecuestro, referentes de estos movimientos hicieron contacto en la primera mitad de los noventa con algunas de las organizaciones políticas más radicales de la región, en especial de Chile y Colombia
Estos militantes locales, sin embargo, seguían más preocupados con garantizar que la apertura democrática que se dio con el golpe del 89 no se convirtiera en un fenómeno pasajero, antes que con el inicio de un gobierno revolucionario.
Así, siempre de acuerdo con las fuentes, estos movimientos llegaron a proyectar un posible atentado contra el entonces presidente Andrés Rodríguez, temerosos ante la posibilidad de que el general retirado pretendiera perpetuarse en el poder al igual que su depuesto consuegro.
Los planes, empero, nunca abandonaron el papel.
EL CONTACTO CHILENO. En la segunda mitad de los noventas, la mayoría de estos militantes de izquierda convergieron bajo una organización madre que se llamó Corriente Patria Libre.
Varios de sus miembros, entre ellos Alcides Oviedo Brítez, Carmen Villalba y Gilberto Setrini hicieron contacto con la organización extremista chilena Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), de quienes recibieron un primer entrenamiento guerrillero.
ASALTO FRUSTRADO. Su primera actividad fue el asalto frustrado a una sucursal del Banco Nacional de Fomento (BNF) en la localidad de Choré, en diciembre de 1997.
Fueron capturados y condenados a tres años de prisión.
Ya libres, en julio de 2001 realizaron su primer intento de secuestro. El blanco era el hoy senador colorado Óscar González Daher. El operativo fue abortado tras un incidente con la Policía que se registró frente al Club Olimpia.
Tras el incidente, abandonaron en un baldío uno de los vehículos que habían utilizado en la operación. Un Peugeot 505 que había sido adquirido por un ciudadano argentino, Rafael Meizoso, integrante del FPMR.
El líder de aquel operativo frustrado fue el chileno Mauricio Hernández Norambuena, conocido como Comandante Ramiro o El Abuelo.
LAS FARC. En ese mismo periodo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cobraron mayor fuerza luego de suscribir precarios acuerdos de paz con el gobierno de ese país.
Aprovechando una mayor apertura regional hacia el grupo insurgente, uno de los miembros destacados de Patria Libre, Juan Arrom, hizo contacto con la organización colombiana.
Para entonces, el partido se había desprendido ya de los movimientos de izquierda democráticos, y presentaba claramente dos corrientes internas, una más política liderada por Arrom y Osmar Martínez y otra más operativa a cuyo frente destacaba Alcides Oviedo Brítez.
IDEOLOGÍA. Ambas corrientes eran partidarias de la teoría revolucionaria conocida como “foquismo”, cuyo principal exponente fue el mítico Ernesto Che Guevara.
El guerrillero argentino aseguraba que no era necesario esperar a que se den todas las condiciones para hacer una revolución, ya que un pequeño foco que realizara acciones propias de la guerra de guerrillas podría lograr con rapidez que la revolución se extendiera logrando el levantamiento de las masas y el derrocamiento del régimen.
Guevara afirmaba que estas consideraciones deberían tomarse en cuenta principalmente en los países más atrasados, y que los focos debían tomar como base social al campesinado.
El guerrillero intentó poner en práctica su teoría en Bolivia y acabó muerto a manos del ejército boliviano y el servicio de inteligencia de los EEUU.
PRIMER GOLPE. De la mano de las FARC, pero principalmente del chileno Norambuena, Arrom lideró a sus compañeros de Patria Libre en el primer golpe efectivo de la organización, el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi.
El plagio se realizó el 16 de noviembre de 2001. Un mes después, el 11 de diciembre, Norambuena encabezó otro secuestro similar en Brasil, el del publicista de San Pablo Washington Olivetto.
Norambuena fue detenido con toda su banda por la Policía brasileña. En Paraguay cayeron Arrom y algunos de sus seguidores.
Hubo una fuerte pelea por el dinero obtenido tras el pago del rescate de María Edith. Tras la salida de Arrom del país, Osmar Martínez tomó el liderazgo de la corriente política y se preparó un nuevo golpe.