Alberto Javier Orrego Mazacote (26), es un joven que se gana la vida como tatuador, pero ayer fue detenido por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), porque, había sido, también se dedicaba a la venta al menudeo de drogas en su local, en el barrio San Antonio de Lambaré.
Los agentes antidrogas ya venían realizando un trabajo de inteligencia ante la sospecha de que el hombre utilizaba su local de fachada para la venta de crac. Cuando llegaron por sorpresa al local, los intervinientes se encontraron con nueve moños de cocaína y una porción de marihuana, listos para la comercialización, que fueron incautados.
Se encontró, además, dinero en efectivo, que presumen habría ganado con la venta de los estupefacientes.
El fiscal Osmar Segovia, que estuvo coordinando el operativo, dispuso que el tatuador sea trasladado hasta la base de operaciones de la Senad, a disposición del Ministerio Público. Las evidencias también fueron llevadas hasta el mismo lugar.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppDesde la entidad del Estado, explicaron que es bastante recurrente la utilización de fachadas de negocios para la venta de drogas.
Entre los últimos casos destacan barberías, pizzerías, bodegas, entre otros, que ya fueron allanadas por los intervinientes, hallándose evidencias en estos sitios.
Desde el año 2019, las autoridades del Ministerio de Salud mostraban su preocupación por el aumento del consumo del crac, que en los barrios es conocida como “chespi”.
Desde entonces ya advertían que poblaciones cada vez más jóvenes y de nivel socioeconómico de media para arriba, ingresan a este mundo aterrador de la adicción.
Anteriormente, el consumo se daba más en menores en situaciones familiares difíciles o sin vínculos afectivos.