La decisión que acepta la demanda fue proferida por el magistrado Charles Renaud el lunes, y fue presentada por diputados del Partido de los Trabajadores (PT), que lidera el ex presidente Lula da Silva, quien pasó 580 días en prisión condenado por Moro en el ámbito de la Lava Jato.
La denuncia sostiene que Moro incurrió en conductas atentatorias al patrimonio público y la moralidad administrativa, con severos impactos en la economía del país y en su estabilidad democrática e institucional.
La Lava Jato, que se extendió por una decena de países de América Latina y África, condenó a prisión a un centenar de personas, entre ellas a Lula, pero muchos de los procesos fueron luego anulados por la Corte Suprema de Brasil, debido a problemas de jurisdicción. El Supremo estableció finalmente que los juicios promovidos por Moro no podrían haber cursado en el tribunal de Curitiba que dirigía el entonces magistrado, quien además, de acuerdo con esa misma alta corte, no fue imparcial en los procesos movidos contra Lula.
Esos juicios, así como las condenas impuestas a Lula, fueron anulados y debían reiniciar en cortes de Brasilia, que en el último año rechazaron las denuncias y le abrieron la puerta al ex mandatario para volver a postular a la presidencia en las elecciones de octubre, para las que figura como máximo favorito.
La denuncia de los diputados del PT pide que la Justicia obligue a Moro a resarcir al Estado brasileño por el supuesto perjuicio económico causado a Petrobras, aunque no establece una cifra.
En el 2018, Moro renunció a la judicatura y aceptó una oferta del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ganó las presidenciales de ese año, para ocupar el Ministerio de Justicia. Sin embargo, renunció al Gobierno, en abril de 2020, enemistado con el actual mandatario, e intentó ser candidato presidencial para los comicios de octubre.
El ex magistrado llegó a situarse en tercer lugar en los sondeos, con poco más de 10% de la intención de voto, pero los sectores políticos de derecha a los que se unió acabaron por descartar su nombre como posible candidato a la presidencia.
En una nota divulgada el martes, Moro calificó la demanda del PT de risible y aseguró que se defenderá y probará su inocencia. “Todo el mundo sabe que lo que perjudica a la economía es la corrupción y no el combate a ella”, sostuvo.
CAÍDA DE ACCIONES. Las acciones de la brasileña Petrobras cedieron más del 4% antes de recuperar terreno en la Bolsa de São Paulo, tras el anuncio en la víspera del nuevo cambio de presidente de la compañía por parte del Gobierno, el segundo en un mes y medio.
La reacción del mercado, que se replicó en los papeles que cotizan en la Bolsa neoyorquina (-4,28%), refleja la preocupación de los inversores a una posible intervención del Estado, accionista mayoritario de Petrobras, en su política de precios de los combustibles.
Aunque se trata de una compañía autónoma, el gobierno de Jair Bolsonaro intenta contener sus repetidas alzas, que impactan en el electorado a menos de cinco meses de los comicios en los que buscará un segundo mandato.
Las acciones ordinarias de la empresa caían 2,85% a 34,40 reales en la plaza paulista, luego de ceder una hora antes hasta 4,15%, a 33,93 reales.