Primero, Sarabia nunca tiró para atrás a su equipo, siempre propuso un juego de ida y vuelta, aunque tuvo sus momentos de sufrimiento cuando los peruanos llegaban en profundidad, no se vio superado en ningún momento.
Además, contó con otra gran actuación del portero Héctor Espínola que sacó pelotas muy claras de gol. Si las manos de Espínola no alcanzaban, Nacional contó con la suerte de una noche buena, porque el poste salvó remates a gol.
En lo táctico, Sarabia además plantó a Martínez con Brizuela que ganaron constantemente las espaldas de los volantes de Cristal, llegando al área rival y generando ocasiones de peligro. Esta misión fue reforzada por Richard Cabrera, quien solía reforzar los desbordes tanto por izquierda como por derecha.

Nacional puede ir tranquilo a Perú, ya que el Cristal es un rival duro, pero no de temer. Le puede jugar sin mayores problemas de igual a igual y sorprender con una clasificación a la Fase 3 de la Libertadores.
Recambio. Quizás el talón de Aquiles que puede tener este equipo es la cantidad de jugadores que utiliza Sarabia, si no le da un buen descanso en el torneo local, podría afectar el físico de sus dirigidos, como le ocurrió el año pasado a final de temporada y se quedó con las manos vacías en todos los frentes.
Nacional derrotó 2-0 al poderoso Sporting Cristal e irá a Lima con la seguridad de una buena ventaja para la revancha.