05 oct. 2024

Una bebida isótonica es clave para salvar a la mariposa Miami Blue

Científicos de la Universidad de Florida han creado “flores artificiales” a partir de una bebida energética que consumen miles de deportistas en el mundo para salvar a la Cyclargus thomasi bethunebakeri, la mariposa conocida como “Miami blue”, uno de los insectos más amenazados y escasos de EEUU.

mariposa azul- efe.jpg

Una mariposa “Miami Blue” posa sobre un hisopo impregnado con la bebida isotónica.

Foto: EFE

El director del centro McGuire para lepidópteros y biodiversidad del Museo de Historia Natural de Florida, Jared Daniels, explicó a Efe que gracias a las “flores” hechas de Gatorade “han aumentado la reproducción de estos insectos en cautividad”.

Las “flores” no son otra cosa que bastoncillos de algodón impregnados en la bebida, los cuales atraen a las “Miami Blue” por su color y olor como si fueran rosas, claveles o narcisos, aunque a estos bellos insectos con alas de un bello tono de azul “no todos los sabores les van”, dice Daniels.

Las flores de Gatorade acortan el “tiempo en el que los científicos tienen que dedicarse a alimentar a las mariposas y proporcionan libertad para que se alimenten cuando tienen hambre. Así, se minimiza el estrés y al limitar el contacto con humanos viven durante más tiempo y se reproducen más”, señaló Daniels.

Los biólogos dieron con esta técnica mientras buscaban alternativas a la de cultivar plantas de néctar para alimentar a los ejemplares en cautividad.

Esto “permite que la especie se reproduzca de forma masiva y abarata los costes de los laboratorios”, asevera.

Las mariposas Miami Blue eran una especie común en el sur de Florida en los años 70, pero después su población comenzó a decrecer e incluso se pensó que se habían extinguido tras el paso del huracán Andrew en 1992.

Sin embargo, no fue así. Una población remanente de menos de 100 mariposas fue descubierta en los Cayos de Florida y desde entonces la ciencia está empeñada en salvar la especie, para lo cual las cría en cautividad para luego soltarlas en la naturaleza.

Más de tres décadas en peligro

La pequeña colonia de Miami Blue hallada en el parque natural de Bahía Honda, en los Cayos, después de Andrew acabó extinguiéndose en 2010 por culpa de las condiciones climáticas y de las invasivas iguanas verdes, aunque para entonces ya se había localizado otro grupo de ejemplares en Cayo Largo.

Aunque Daniels reconoció que “hay una gran variedad de factores que entran en juego” como el uso de químicos en contra de los mosquitos, la razón principal de su desaparición fue el desarrollo costero que “fragmentó o hizo desaparecer el hábitat natural de estos insectos”.

Le puede interesar: Insecto “más escaso” en EEUU, la mariposa azul de Miami, lucha por sobrevivir

“Si nos retrotraemos a la mitad del siglo XX, esta mariposa se encontraba en lugares como Merrit Island (costa este) o San Petersburgo (costa oeste). Sin embargo, a medida que el desarrollo costero fue produciéndose, gran parte de su ecosistema se fue convirtiendo en hoteles, casas o condominios”, indicó el director del museo.

Las últimos esfuerzos del Museo de Historia Natural de Florida para repoblar la especie comenzaron en 2018, cuando se comenzó a experimentar para aumentar el número de ejemplares e investigar la mejor forma para liberarlos en la naturaleza.

Desde entonces, los biólogos han liberado más de 10.000 ejemplares criados en cautividad y han tenido niveles diferentes de éxito dependiendo del lugar.

Hasta el momento, el enclave de Bahía Honda es el mas adecuado.

Especie clave

La Cyclargus thomasi bethunebakeri, que fue incluida en la lista de especies amenazadas del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS) en 2012, no solo es importante por su rareza, sino porque también “forma parte de la red de alimentación para otros organismos del ecosistema de Florida”.

“Como insecto es la fuente de alimentación para muchas otras especies como pájaros, lagartos, arañas, hormigas y otros insectos, pero, además, actúan como polinizadores naturales de las flores”, reiteró Daniels.

Además, para el director salvar a esta “icónica” especie tendría otra consecuencia positiva ya que podría “ser un altavoz” para preservar a muchas otras especies de Florida que también se encuentran en peligro de extinción.

Sin embargo, los expertos aseguraron que, “aunque todavía hay mucho trabajo por hacer”, la idea es empezar a expandir a la Miami Blue a la zona continental de Florida para 2021, ya que si aumentan en número y en distribución geográfica “habrá muchas menos probabilidades de que un desastre natural las haga desaparecer”.

Más contenido de esta sección
Las hormigas ganan a los humanos como experimentadas “agricultoras": Según un estudio recogido este jueves en la revista Science, llevan cultivando sus propios alimentos desde hace 66 millones de años, mucho antes de que el hombre evolucionara como especie.
Los humanos ralentizan el habla cuando se dirigen a sus perros porque el ritmo más lento se adapta a la capacidad receptiva del animal, lo que permite que entiendan mejor las órdenes.
Un ejemplar de margay, un felino de bosques tropicales y subtropicales de América, fue rescatado por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) cuando escapaba de una jauría de perros en el distrito de Yauyos, en la andina región de Junín, en el centro de Perú, según informó la entidad pública.
Toto, Santiago y Mosa, tres jaguares de entre 6 y 13 años de edad sobrevivientes del tráfico de fauna silvestre, encontraron su nuevo hogar en el Bioparque Municipal de La Paz, al que fueron derivados tras un incidente en el centro de custodia en el oriente del país donde estuvieron hasta hace unas semanas.
Un automovilista que circulaba por la ruta PY22 rescató a un tiríka que se encontraba postrado al costado de la carretera, a la altura del puente sobre Tagatiyami, Departamento de Concepción, con evidentes signos de haber sido herido por un arma de fuego.
Un grupo de investigadores descubrió una nueva especie de quimera o tiburón fantasma, un pez cartilaginoso emparentado con los escualos y las rayas que vive en las profundidades marinas, a más de mil kilómetros de las costas del este de Nueva Zelanda, anunciaron este martes fuentes científicas.