Recientemente, se manifestaron con carteles en mano para elevar ese reclamo a las autoridades locales y nacionales; así como exponer otras necesidades que atraviesa dicha institución educativa, donde acuden un centenar de niños y niñas de la etnia Maskoy.
La profesora Marta Ramírez, directora de la escuela, dijo que esperaron mucho tiempo para que se instale un tanque de agua potable para la comunidad y para la institución educativa. Sin embargo, no hay respuestas. Por eso, salieron a manifestarse, ya que están todos por igual están sufriendo esta época de sequía.
Además, dijo que el río Paraguay está bajando y esto es una situación que les preocupa. “Ya venimos sufriendo diversas necesidades que afectan a todos los miembros de la comunidad indígena, sin que haya respuestas por parte de las autoridades”, refirió.
Contó que hubo un compromiso desde el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa) en cuanto a la instalación de un sistema de agua para comunidad, pero que por alguna razón, se está dilatando. En la comunidad tienen una bomba que no funciona, debido a que requieren de conexión trifásica.
Mientras, acarrean agua del lecho fluvial en baldes con los medios que tienen a disposición; así como de un riacho cercano que también está prácticamente seco por la bajante del río Paraguay.
En agosto de 2023, el predio de la escuela sufrió un incendio que afectó a tres aulas; las cuales hasta hoy no fueron refaccionadas aún.
Solicitaron por todos los medios la reparación, pero hasta ahora no recibieron respuesta favorable alguna del Gobierno departamental.