Brigitte Colmán
Zulma recuerda que en su casa se hablaba mayormente en castellano, aunque el guaraní no estaba del todo ausente ni proscrito. “A pesar de ser castellano-hablante, era normal hablar un poco en guaraní y disfrutaba hacerlo; sin embargo, muchas veces no entendía algunas cosas que decían; literalmente decían una cosa, pero querían decir otra que a veces no tenía nada que ver con lo expresado”, dijo. Precisamente para comprender comenzó la tarea de investigar, recopilar y analizar el denotativo y el connotativo en guaraní, y con la ayuda de compañeros, amigos y profesores, su lista creció hasta alcanzar 651 expresiones de cómo habla el paraguayo.
La connotación, el significado adicional que tiene el significado literal de una expresión en el guaraní presentaba el desafío. Explica Zulma que fue su trabajo de investigación, que como castellano hablante le costaba entender algunas frases; así fue como se apasionó, y sin darse cuenta ya tenía más de 300 expresiones y la idea de un libro. Para hacerlo realidad debió traducir su tesis al castellano y seguir recopilando.
“Uno de los ejemplos que se encuentra en la guía, hendy kavaju resa, hice la traducción al castellano de uso para los castellano-hablantes que no entienden qué es lo que significa: Si yo te digo hendy kavaju resa, no vas a encontrar su significado, porque vas a encontrar el significado literal; entonces pasé al castellano explicando en qué momento los paraguayos usamos esa expresión, y es que se usa cuando la situación económica está complicada”, explica Zulma.
En esta misma línea, es interesante notar que cuando alguien pregunta mba’e la re’uséva, no está precisamente preguntando qué quiere comer, y a veces podría resultar muy valioso poder entender el significado. Un interesante hallazgo para Zulma fue entender, durante la investigación, que en algunas regiones una cosa significa una cosa y en otro lado esa misma cosa es totalmente diferente; depende de la región, lo que implica que hay palabras que son propias en determinadas regiones.
EL ALMA DEL PUEBLO
Como señala en la presentación del libro, Mauro Lugo, presidente de la Academia de la Lengua Guaraní, la obra es un aporte para “comprender y entender el pensamiento profundo de los paraguayos”, ya que el sentido connotativo de las palabras se refiere a las asociaciones, emociones o significados adicionales que una palabra puede evocar más allá de su definición literal. Y que “quien lo lee estará leyendo el alma misma de su pueblo y de su gente, al mismo tiempo de ser una oportunidad de acercarse a los elementos extralingüísticos socioculturales y antropológicos del paraguayo”.
Esta guía de Cómo hablar en paraguayo no trata del jopara ni del castellano, el tema es sobre el guaraní y sus connotaciones, dice Zulma, y cita el ejemplo de una de las expresiones del libro: “Tengo una expresión. Si yo te digo, por ejemplo, ‘panteón timbre’, panteón es castellano, timbre es castellano, pero al invertir el orden es una estructura gramatical del guaraní; entonces panteón timbre es algo que está de más, que no que no sirve para nada”.
EL GUARANÍ
“Para mí, el guaraní no es puro”, señala la autora, y dice que el guaraní es una mezcla de todo; es una lengua, es una lengua viva que está en constante evolución. Pero una lengua sirve solamente si sirve para comunicar. “Si no, para qué es una lengua; la lengua me sirve para comunicarme”, fundamenta.
Consultamos también sobre la aceptación que encuentra el guaraní en los tiempos actuales, y Zulma opina que se le da menor valor. “Si bien es una lengua oficial, al igual que el castellano, lo dice la Constitución Nacional, no le damos ese valor igual al castellano. Siempre el guaraní hablante es el más disminuido. Nosotros tenemos experiencia; en los colegios vienen niños del interior que hablan solamente guaraní y se les dice: ‘Estamos tratando de que hable castellano para que pueda aprender a crecer; vamos a fortalecer su lengua; pero en la realidad, tratamos de matar esa lengua guaraní para que aprenda al castellano”.
Recuerda sobre este aspecto que, cuando anunció su elección de estudiar guaraní, le preguntaban “¿Por qué no estudias inglés? Tenés más posibilidades de trabajar, de qué te va a servir el guaraní”.
Pese a la extendida baja consideración de la lengua, apunta Zulma que la gente en Paraguay mayoritariamente sigue hablando en guaraní, y cree la autora que “la gente dice en guaraní lo que siente, cuando quiere demostrar lo que es realmente. Ya sea un piropo, un reto, o sea; si querés retarle a alguien te sale mejor en guaraní; cuando querés menoscabar a alguien, el guaraní tiene la palabra exacta. Para el ninguneo o para hacer una declaración de amor el guaraní es mucho más intenso. Por eso yo digo que los paraguayos usamos el guaraní cuando realmente queremos demostrar que somos nosotros mismos. A veces sin pensar”.
Zulma admite que el proceso de hacer este libro le enseñó mucho y le aportó muchas satisfacciones; por eso espera que a los lectores les ayude a hablar, pero también a entender las expresiones y a poder comunicarse y a hablar como hablamos los paraguayos. “Para mí, es una lengua mágica, porque es guaraní castellano que digo armoniosamente, a veces no tan armoniosamente, a veces se codean y entran uno en el otro. Pero la familia también es así, entre hermanos a veces, pero nos queremos. Entonces para mí es esa lengua mágica que hablamos los paraguayos”.
Cómo hablar en paraguayo se presentará el jueves 3 de abril, a las 19:30, en el Centro Paraguayo Japonés.