El productor de marihuana pertenece al asentamiento Kamba Rembe, ubicado en el distrito de General Resquín, Departamento de San Pedro. Es una zona conocida por el cultivo del estupefaciente.
Comentó sobre su experiencia en el sector, al ser consultado sobre el análisis realizado por la Senad para plantar la marihuana para uso recreativo, con el objetivo de sacar a los campesinos del mercado informal y que puedan trabajar en cultivos legales.
“Desde 1990 se produce marihuana en este asentamiento, justamente por la crisis económica que había, y en ese entonces era la producción más rentable”, refirió el labriego en radio Monumental 1080 AM.
El trabajador comentó que cuenta con una hectárea de producción y llega a cosechar más de 1.000 kilos de marihuana. “Esto está a G. 10.000 el kilo, y con una hectárea normalmente se saca de G. 10 millones hasta G. 20 millones”, precisó.
Actualmente, en el país es ilegal la producción de marihuana; sin embargo, existe una ley del cannabis medicinal para organizaciones que presentaron un protocolo de seguridad y control en establecimientos donde se van a generar esos cultivos en forma experimental, en Asunción y Central.
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Sobre la relación de precios entre la marihuana y otros cultivos como la mandioca, maíz, entre otros, el productor dijo que también cuenta con hortalizas y semillas, pero que en estos casos solo se logra ganar alrededor de G. 1.700.000 por hectárea.
“Con la marihuana se trabaja mucho, pero el costo de producción es más bajo. De la semilla vos haces tu propio cultivo”, comparó.
Por otro lado, mencionó que, cuando se realizan procedimientos policiales en las zonas productivas, las comunidades quedan muy afectadas, porque la mayoría se sustenta del comercio de esta planta.
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“Queriendo o no, esa producción mueve la economía, al productor, comerciante a todos. Cuando hay un procedimiento, queda una crisis muy grande, y nosotros necesitamos la plata para sobrevivir porque el Estado no garantiza muchas cosas”, refirió.
Finalmente, el labriego fue consultado sobre su opinión acerca de la idea de sustituir la plantación de marihuana por cultivos formales o de uso medicinal. Este consideró que se debería informar cómo funciona, ya que desde la zona no tienen acceso a mucha información.
“Se tiene que plantear mejor y ver cómo funciona, porque, si va a ser para uso medicinal, teniendo tres hectáreas ya se podría hacer, pero no sé si va a competir para la industria”, sentenció.
El asentamiento San José, más conocido como Kamba Rembe, cuenta con unos 4.600 habitantes (860 familias). De esta cifra, cerca del 70 por ciento subsiste gracias al cultivo de marihuana. Sin embargo, el consumo es nulo, según afirman sus pobladores.