Las imágenes que circularon masivamente por redes sociales y que mostraron decenas enormes de aves sin vida en una quebrada del municipio de Tarija provocaron la indignación y molestia de sectores relacionados a la defensa de los animales.
Se trata de un suceso de “altísima gravedad, esencialmente porque es un ave en peligro de extinción”. Además, porque “son aves muy simbólicas” para la región y para el país, dijo a EFE el secretario municipal de medioambiente de Tarija, Carlos Baldivieso.
La información preliminar establece que son alrededor de treinta cóndores muertos cerca de la comunidad de Laderas, a unos 40 minutos de Tarija, y que habría “sucedido por envenenamiento”, mencionó el funcionario.
Baldivieso explicó que se trata de un hecho “sin precedentes” ya que inclusive en esa jurisdicción existe un sitio llamado “Valle de los Cóndores” y que deja un “impacto negativo” en los sitios que viven estas aves carroñeras propias de toda la región andina.
Lea más: Confirman la gripe aviar como causa de la muerte de 750 pelícanos en Senegal
Por ello, se ha iniciado una investigación entre el municipio tarijeño y el Ministerio de Medioambiente de Bolivia para establecer si la causa de la muerte de los animales realmente corresponde a la versión que se maneja desde que se conoció la noticia el pasado sábado.
En la víspera, el Bioparque Urbano de Tarija adelantó que la investigación se hará “en la comunidad” aledaña donde se registró el suceso y que “se presume un caso de envenenamiento” realizado por los pobladores del lugar, dicta un comunicado publicado en Facebook.
“Devastadora noticia”, “que pronto se dé con los autores de este hecho y les caiga todo el peso de la ley”, fueron los pedidos de algunos renombrados activistas de los derechos de los animales en redes sociales.
Una ley vigente en Bolivia desde 2015 establece que el biocidio es un delito sujeto a una sanción de dos a cinco años de prisión.
El cóndor es considerado un símbolo nacional en Bolivia, algo que se refleja incluso en su escudo de armas, como también sucede en Chile, Ecuador y Colombia.