Por Jorge Lombardo | jlombardo@uhora.com.py
Beber una lata de cerveza es un acto que en apariencia resulta totalmente inofensivo. Su envoltorio de aluminio exuda frescura con el fin de atraer a quien busca aplacar la sed o reducir el impacto del intenso calor. Claro que su publicidad va más allá, y promete interminables paraísos terrenales.
Pero en la vida real, beber el contenido de una latita de cerveza antes de subir al volante significa con seguridad dar positivo en una prueba de alcotest.
Solo 330 mililitros de la citada bebida equivalen a 0,08 gramos/litro de alcohol en la sangre, según lo manifestó el director de la Policía Caminera, Eduardo Petta.
“Hay que recordar que el Código Procesal Penal no habla de cantidad de alcohol en la sangre, sino que habla de la presencia del alcohol en la sangre, y la mínima presencia ya dispara la posibilidad de cualquier percance”, explicó.
Distintos grados
La prueba de alcotest tiene diferentes grados, comenzando desde el cero hacia arriba, y las penas están relacionadas a los números que resultan (ver info).
Por ejemplo, si se detecta que un conductor dio de 0,08 a 0,10 g/lt de alcohol en la sangre, tiene derecho a repetir el procedimiento en diez minutos, y puede dar negativo en el segundo intento.
Sin embargo, si el conductor dio 0,40 g/lt, inevitablemente debe abonar una multa y, además, su caso se deriva a la Fiscalía, con lo cual se inicia un proceso judicial.
El grado de alcohol se detecta mediante el aliento etílico que sale de los pulmones donde anteriormente circuló la sangre que ya fue afectada por el alcohol.
En el último control del fin de semana, 7 de cada 10 conductores dieron positivo a la prueba de alcotest.
Petta informó que están trabajando en un proyecto para que las multas estén acordes a la cantidad de alcohol en la sangre, ya que actualmente, al dar positivo, el conductor debe pagar un monto fijo de G. 1.040.000, independientemente del grado que marcó en el medidor del alcotest.
Por su parte, la doctora Ana Carolina de Fiandro, jefa de Epidemiología del IPS, también confirmó, a través de un comunicado, que una sola lata de cerveza de 300 ml es suficiente para dar positivo en la prueba de alcoholemia.
Argumentó que no existe un límite seguro con el alcohol, ya que todo consumo se traduce en un riesgo.
“Se trata de la seguridad de las personas, por eso es un tema serio que merece ser tomado como tal; aquí está en juego la vida de las personas”, añadió, por su parte, Petta.
Control es infalible
Ni monedas bajo la lengua, ni beber agua en grandes cantidades, ni mascar chicles o meter a la boca un caramelo sirven para engañar al detector de alcohol en la sangre. Hasta el afamado programa norteamericano Cazadores de mitos dedicó un capítulo entero para analizar la posibilidad de burlar al aparato. Sin embargo, llegaron a la conclusión de que ello era imposible.
En Paraguay, las personas que se niegan a soplar el aparato son tras-ladadas a la comisaría más cercana, en donde mediante orden de un fiscal se les realiza una prueba de sangre. “Es peor si la gente se resiste”, dijo al respecto Eduardo Petta, titular de la Caminera.