Una inolvidable celebración de primavera se vivió en los jardines del tradicional Club Centenario. La velada reunió emoción, nostalgia y alegría. Para los padres que acompañaban a sus hijas en la noche de debut, cada momento tuvo su magia particular. La tradicional bajada de las escaleras adornadas con flores naturales, el primer recorrido frente a los invitados y el vals quedaron como instantáneas imborrables para las debutantes y sus familiares. El delicioso menú tuvo el sello de Talleyrand, mientras que de la primaveral ornamentación se encargó el decorador Armando Teme.