–¿Cómo fue madurando la idea de lanzarse a la presidencia de la República?
–Desde que dejé la gestión en el Ministerio de Salud, asumí el compromiso de recorrer y visitar diferentes comunidades. Además de las necesidades y reclamos, las personas exigen mayor participación, ser escuchadas y construir una propuesta política nueva, dado este proceso de descalabro político, económico y social que vivimos hoy. De ese “ya no da más”, surge la propuesta de lanzar la candidatura, no como expresión de un deseo personal o un proyecto individual, sino una contribución al proceso de construcción de una alternativa política para el 2023, a la unidad, la cual estamos construyendo desde el Frente Guasu, el Ñemongeta (conversatorio) por la Patria Nueva y la Mesa de Partidos de Oposición.
–¿El senador Fernando Lugo, como líder del Frente Guasu, tuvo incidencia en esta decisión?

–El compañero Fernando Lugo es y seguirá siendo un actor fundamental en la política paraguaya. Fue quien tumbó en el 2008 al Partido Colorado. Su liderazgo y lo que genera en la gente hacen que su participación sea necesaria si queremos construir un proyecto político popular y de cambio. Muchas veces, con la intención de atacar y de manera infundada, se especula con un supuesto control absoluto sobre las decisiones del Frente Guasu, pero Lugo ejerce un liderazgo conciliador y democrático.
–¿Con qué otro sector ha hablado de su proyecto?
–Además del apoyo de compañeras y compañeros del Frente Guasu, recibimos el apoyo de otros espacios progresistas y movimientos sociales. Hoy estamos recogiendo y recibiendo el respaldo desde diferentes espacios, inclusive liberales de base, dirigentes distritales y colorados por fuera de la estructura partidaria, gente con la que he colaborado desde el área de la salud o como parlamentaria. Desde hace un buen tiempo venimos conversando con otras fuerzas políticas y con la precandidatura vamos a afianzar ese diálogo.
–¿Cree que la gestión política en el Senado le da un soporte extra en su aspiración presidencialista?
–El Senado te da otra experiencia sobre el ejercicio de la política. Empecé en el Ministerio de Salud y tuvimos una buena gestión, con falencias, pero dimos pasos y demostramos que cambios importantes son posibles. Al llegar al Senado me encontré con quienes nos habían echado del gobierno o nos habían negado presupuesto. Por un lado, tenía eso y, por el otro, el compromiso electoral asumido y la obligación de cumplir con lo prometido. Así que tuve otra visión sobre cómo gestionar y manejar la correlación de fuerzas.; es decir, construir mayorías con quien no piensa igual o representa otros intereses.
–¿Cuáles son sus principales propuestas?
–Lo primero , cambiar la idea de lo que es la gestión y responsabilidad del Estado, que la gente sea el eje central, lo fundamental. Que desde el centro de salud más pequeño en el rincón más alejado, hasta la oficina más importante del Ministerio de Hacienda manejen la misma idea: primero la gente y sus derechos. Luego, la transparencia, que el control público sea una herramienta para combatir la corrupción, la de los funcionarios y la del sector privado que intenta sacar provecho de lo público. Desarrollar un programa de gobierno que busque el desarrollo económico y social, que incluya a todos los paraguayos y paraguayas, que se sienta en el bolsillo, en el hospital, en la escuela. Empezar a construir un estado de bienestar, con responsabilidad fiscal.
–¿Cambiar el modelo económico?
–Es que el modelo económico que tenemos está llegando a su límite, no es sostenible, no es posible pensar en un futuro mejor si no iniciamos un proceso de transformación que apunte a la diversificación y aumentar lo que producimos, industrializar, pero disminuyendo el impacto en el medioambiente. Que nuestra ventaja competitiva no sea salarios de hambre, pocos impuestos y regalar nuestra energía, sino capital humano preparado, saludable.
–¿Se puede ganar a la ANR solo con la suma de partidos de oposición?
–Todos los sectores estamos tratando de acordar un modelo de país. Las mayorías que acuerden ese modelo se quedarán. Por eso no hablamos de una unidad granítica sino de construir una gran mayoría opositora al proyecto histórico del Partido Colorado, que ha contribuido a la pobreza, la desigualdad social, corrupción, privilegios e impunidad.
–¿Cuál es la contribución que como mujer puede hacer al frente del gobierno?
–Creo que es el momento de que las mujeres lleguemos al máximo espacio de poder político. A lo largo de toda la historia, hemos tenido el protagonismo de las mujeres, como responsables de las familias, de las comunidades y del país. Casi el 40% de los hogares son sostenidos por mujeres jefas de hogar. Las mujeres sabemos cómo funciona la sociedad. Llevamos en carne propia la experiencia de vivir en una sociedad empobrecida, excluyente, violenta, machista y autoritaria. Quién más que nosotras para realizar los cambios que requiere el Paraguay.
–La diputada Kattya González también aspira a ser candidata presidencial. ¿Se podría considerar una dupla de mujeres?
–Con Kattya venimos trabajando hace mucho tiempo en el ámbito legislativo. Es una compañera de lucha a quien respeto por su inteligencia y valentía, y con quien seguiremos conversando en este proceso de acuerdos para la unidad de la oposición.
–¿Cómo ve al PLRA que, aparte de su sangrienta interna, ahora está siendo salpicado por el narcotráfico?
–La narcopolítica, el crimen organizado, la evasión, el lavado de dinero, el contrabando, están excluidos del proyecto que estamos construyendo. Vengan de donde vengan, son flagelos que nuestro Gobierno va a combatir. Su combate es parte de la agenda a iniciar en el 2023. Lo más dañino de la narcopolítica es que socava la democracia y reduce la disputa política al dinero, al soborno.
–Cómo ex ministra de Salud, ¿cual es su visión de cómo el gobierno está encarando la pandemia?
–La gran debilidad del Ministerio de Salud ha sido la falta de un plan estratégico que conduzca todas las etapas y situaciones que se tenían que vivir en la pandemia. Se entregaron recursos oportunamente. Recibieron respaldo de todos los sectores políticos. Se entregó la lapicera al presidente y al ministro. Se acompañó con todas las leyes necesarias, pero si el liderazgo y la conducción no están a la altura de los acontecimientos, sucede lo que sucedió. Se falló en la falta de planificación, gestión, comunicación oportuna y participación descentralizada.
–¿Qué opina del gobierno de Abdo?
–Representa el aumento de la pobreza, desigualdad, deuda pública, corrupción, impunidad, atropellos a comunidades indígenas y campesinas, crisis ambiental. Es un gobierno aplazado.
Kattya es una compañera de lucha a quien respeto por su inteligencia y valentía, y con quien seguiremos conversando.
Fernando Lugo es y seguirá siendo un actor fundamental en la política paraguaya, por su liderazgo y lo que genera en la gente.
Abdo representa el aumento de la pobreza, desigualdad, deuda pública, corrupción, impunidad, atropellos.