Bajo una lluvia intermitente, los restos del intendente fueron velados en su domicilio, ubicado a metros de la comisaría local, en donde centenares de personas se reunieron y luego llevaron el cuerpo a la Municipalidad.
En la sede comunal realizaron un acto conmemorativo en el cual diversos pobladores exigieron justicia, para luego trasladarlo a la parroquia Virgen de las Mercedes. Tras una misa, los restos de Carrillo fueron finalmente llevados al cementerio.
Tanto pobladores como políticos locales refirieron que Carrillo, quien antes de entrar a la política trabajaba como panadero, era una persona muy apreciada en su comunidad por los trabajos que realizó en sus 130 días como intendente.
Entre otros puntos de su gestión, destacaron la reparación de caminos y la entrega de becas a jóvenes de escasos recursos para que estudien Enfermería y Ciencias de la Educación en la Municipalidad, mediante un convenio con la universidad UTCD.
El asesinato de Carrillo motivó un asueto de tres días en el distrito, que fue acompañado por diversos comercios del pueblo.
“OVALEMA”. Un grupo de estudiantes llevó una pancarta con la inscripción “Ovalema”. “Estamos diciendo basta ya de muertes, basta ya de la cultura del miedo, basta de la inseguridad y de la mentira de los medios”, expresó la joven Araceli González. Los adolescentes afirmaron que si bien existe inseguridad en la zona, la población es reflejada en la prensa negativamente.
“Cuando decimos que somos de Tacuatí, se creen muchas cosas de nosotros, pero somos una comunidad tranquila y unida”, aseguró la estudiante Beatriz Cáceres.
Por su parte, Gustavo Rodríguez, intendente de San Pedro del Ycuamandyyú, expresó que los intendentes de todo el departamento están preocupados por lo ocurrido y demandan que el caso sea esclarecido por la Fiscalía y la Policía. “Creemos que ningún pueblo se merece lo que le pasa a Tacuatí", manifestó el intendente colorado.