La imagen recién procesada de la nebulosa de la Flama, en la que también aparecen otras más pequeñas como la de la Cabeza de Caballo, está captada en ondas de radio y se basa en las observaciones realizadas por el antiguo astrónomo del ESO Thomas Stanke y su equipo hace unos años.
A diferencia de lo que podría sugerir el fuego de esta imagen, esas nubes son en realidad frías, con temperaturas que suelen estar unas decenas de grados por encima del cero absoluto.
El ESO publicó esta nueva imagen, que ofrece “un impresionante espectáculo de fuegos artificiales, para celebrar las fiestas y el nuevo año”, explicó en un comunicado.
Tras la instalación en el APEX del nuevo instrumento SuperCam, el equipo decidió apuntar hacia la constelación de Orión porque, “como les gusta decir a los astrónomos, siempre que haya un nuevo telescopio o instrumento, observa Orión: ¡siempre habrá algo nuevo e interesante que descubrir!”, señaló Stanke.
El equipo dirigido por Stanke pasó unos años observando y ahora ha conseguido que los resultados de sus investigaciones sean aceptados para publicación en la revista Astronomy & Astrophysics, dedicada a temas de astronomía.
Orión, una de las regiones más famosas del cielo, alberga las gigantescas nubes moleculares más cercanas al Sol, vastos objetos cósmicos compuestos principalmente por hidrógeno, donde se forman nuevas estrellas y planetas.
Esas nubes están a una distancia de entre 1.300 y 1.600 años luz y en ellas se encuentra la guardería estelar más activa de la vecindad del sistema solar, así como la nebulosa de la Flama que aparece en la nueva imagen.
Esta nebulosa de emisión alberga en su centro un cúmulo de estrellas jóvenes que emiten radiación de alta energía, haciendo brillar los gases que la rodean.
Las observaciones se llevaron a cabo como parte del estudio APEX Large CO Heterodyne Orion Legacy Survey (ALCOHOLS), que examinó las ondas de radio emitidas por el monóxido de carbono (CO) en las nubes de Orión.
Utilizar esa molécula para sondear amplias zonas del cielo es el objetivo principal de SuperCam, ya que permite a los astrónomos cartografiar grandes nubes de gas que dan origen a nuevas estrellas.