La visita de cortesía de diplomáticas de la Embajada de los Estados Unidos a este diario, donde fueron recibidas por el director periodístico, Arnaldo Alegre, representa un recordatorio del necesario respaldo al ejercicio del periodismo libre en una democracia. Recientemente llegadas a nuestro país, Leanne Connors, directora de Diplomacia Pública, y Jatnna García, oficial de Derechos Humanos de la sección Política, destacaron el valor de los medios de comunicación en una democracia, en cuanto a la libertad de expresión y de prensa, pero también en cuanto al acceso a la información pública y la transparencia. Es necesario, sobre todo, no dar por sentado que como país hemos alcanzado nuestros objetivos en términos de la construcción de la democracia y un Estado de derecho. Nuestro sistema no es perfecto, y por eso, precisamente, debemos trabajar denodadamente por hacerlo cada día más fuerte. Prueba de que 34 años después de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner debemos seguir alertas ante cualquier tipo de desvío que nos aparte del camino democrático es el intento de amedrentamiento que hemos recibido de parte de los fiscales Aldo Cantero, Rodrigo Estigarribia y Daniela Benítez, quienes la semana pasada solicitaron una copia de la publicación periodística de ÚH de fecha 13 de mayo de 2022, titulada: “Empresas de Cartes pagaron hasta 50 millones mensuales a Boidanich”. Los agentes habían pedido también los datos del periodista encargado de la redacción del artículo.
Todo se inició cuando, a principios del mes de agosto, el ex presidente Horacio Cartes presentó una denuncia ante el Ministerio Público, a través de su abogado, por supuesta persecución política “de la cual fue víctima”. La denuncia expresa que se “valieron” de varios órganos estatales para “crear mentiras”; esta supuesta persecución política contra Cartes se inició en el 2018 por parte de grupos políticos que generaron de forma sistemática información contra el actual presidente de la ANR con el objetivo de afectar su vida política y económica. Sostiene asimismo la denuncia que estas “mentiras” derivaron en las sanciones del Gobierno de Estados Unidos contra el ex presidente y las empresas que formaban el extinto grupo Cartes. De aquí viene el interés de los fiscales en solicitar la información y los datos. Pero lo que no se puede soslayar es que estos funcionarios no pueden violar las garantías constitucionales que protegen el ejercicio del libre periodismo: los artículos 28 y 29 de nuestra Carta Magna protegen el ejercicio del periodismo, de la misma manera en que lo hace la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El intento de domesticación de la prensa es una típica disposición de todo aspirante a dictador. El reciente pedido y que afectó a este diario no es solamente un mensaje de amedrentamiento, sino que fundamentalmente es un error. Los ataques a la prensa y al periodismo, los cuales Última Hora conoce bien de los tenebrosos tiempos de la dictadura, constituyen en sí una muestra de debilidad más que de fortaleza. Debemos recordar que cuantos más medios clausuraban, cuanto más perseguía a periodistas, y a todas las voces que cuestionaban al régimen stronista, más próximo estaba de su caída final, el fin del autoritarismo.
Sin un debate amplio, pluralista y diverso no se podrá sostener el sistema democrático. La libertad de prensa y la libertad del ciudadano para acceder a la información deben ser los cimientos que sustenten la democracia y la justicia. Estas son las únicas banderas que levanta Última Hora. Estamos comprometidos con hacer un periodismo responsable para dar a los lectores periodismo de calidad. La independencia y la libertad de la prensa son pilares democráticos y no habrá democracia sin el ejercicio de un periodismo independiente y sin una prensa libre de presiones.