A Petrona de Griffit le pareció una muy buena idea usar las frutas de estación para convertirlas en vino, y así evitar que se desperdicie la producción agrícola familiar. Hace ocho años se inspiró y empezó a buscar recetas y hoy es una gran emprendedora en este rubro de vinos frutales artesanales en Tañarandy, ubicado en el distrito de San Ignacio, Departamento de Misiones.
Los aromas cítricos invaden su cocina cada día. Uva, acerola, piña, manzana, frambuesa, son algunas frutas que usa como los ingredientes principales de lo que después se convertirá en un sabroso vino frutal hecho artesanalmente.
La productora misionera Petrona de Griffit contó que la idea de elaborar estos vinos surgió para evitar que los frutos se pierdan, una situación que se repite cada año con las frutas, que crecen en abundancia en la zona.
Entonces, una vez que la idea tomó forma, empezó la búsqueda de recetas. Tras hurgar en indicaciones y recomendaciones se inició el laboratorio para la producción de los vinos artesanales.
LABORATORIO FRUTAL. Con receta y frutas en mano inició la preparación magistral. Juntó la uva, piña, frambuesas en grandes baldes. Prefirió usar estos potes más grandes porque es difícil tener en frascos de vidrio por la fragilidad de los mismos, relató. Petrona explicó que el manejo del líquido resultante se debe hacer con cuidado ya que al fermentar tiene alcohol y es muy volátil.
“Esto surgió porque acá plantamos uvas y teníamos mucha fruta y se estaba fundiendo todo. Entonces le dije a mi familia ‘yo voy a ver qué hacer de esto para que no se pierda’”.
Entonces, ella juntó las uvas y las dejó macerar en un balde por un mes y medio. “De ahí le cuelo y mezclo con agua mineral o agua cocinada, azúcar o edulcorante a gusto y luego le tapo con un trapo y le vuelvo a dejar reposar. Este mismo proceso realizo con las demás frutas y se consigue el vino”, explicó la emprendedora.
PRODUCCIÓN. Petrona dijo que hace ocho años convierte las frutas en vino, y que su principal objetivo no es vender, sino que compartir con las personas que acudan a visitarla y con sus compañeros agricultores con quienes está en una organización. Además, tiene la satisfacción de haber preparado dichas bebidas para el matrimonio de su hijo y su producto fue muy elogiado por todos los comensales.
La productora mencionó que está dispuesta a recibir a todos los visitantes que deseen para que prueben sus vinos ya que tiene almacenada una importante reserva. Ella aguarda a los visitantes en el cruce de acceso a la compañía Tañarandy de San Ignacio, Misiones, en el km 222 sobre la ruta PY01.