Aunque esta es una investigación básica hecha en el laboratorio, plantea una posible nueva vía para atacar la diabetes y abre la puerta a desarrollar en un futuro terapias contra esta enfermedad en la que los niveles de glucosa -azúcar- en sangre están muy altos.
Los hermanos, residentes en Suecia, nacieron en 2005, 2009 y 2014, y desde su primer día de vida presentaron niveles excesivamente altos de ácido láctico y niveles muy bajos del aminoácido metionina; se les trató desde el principio y, si bien al inicio podían presentar algún problema muscular, ahora se desarrollan prácticamente sin complicaciones.
Para estudiar este caso, la investigadora del Instituto Karolinska de Suecia Anna Wedell se puso en contacto con el científico español Alfredo Giménez-Cassina, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, auspiciado por la Universidad Autónoma de Madrid y el Centro Superior de Investigaciones Científicas.
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En ambos centros, gracias a nuevas técnicas de análisis genético, se investigó a esta familia que presenta “inusuales anomalías metabólicas en sangre”, explica a Efe Giménez-Cassina, uno de los líderes de este trabajo.
Para ello, se les hizo una biopsia de piel y de músculo; desde Estocolmo mandaron a Madrid las muestras de células y los investigadores identificaron una mutación genética nunca antes descrita que provoca la desaparición total de una proteína llamada TXNIP, lo que a su vez causa los elevados niveles de ácido láctico.
Hay otras mutaciones genéticas vinculadas a altos niveles del ácido láctico pero esta que provoca la “anulación” de la proteína TXNIP es la primera vez que se describe.
La proteína TXNIP está a su vez relacionada con problemas en la regulación de los niveles de azúcar en sangre: estudios previos habían constatado que las personas diabéticas presentan niveles elevados de esta proteína.
Se había visto que TXNIP frena la incorporación de azúcar a los distintos tejidos: el azúcar entra en sangre una vez ingerida a través de distintas fuentes y es la hormona de la insulina la que manda una señal a todos los tejidos -músculos, hígado- para que incorporen esa glucosa y la retiren de la sangre.
Cuando esto no se produce y el azúcar se acumula en exceso en la sangre, aparecen los problemas.
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Los científicos ya habían propuesto, gracias a experimentos con modelos animales, que, precisamente, una posible vía para atajar ese exceso de glucosa en sangre sería inhibir TXNIP, pero había un problema: no se sabía si su inhibición en humanos podría ser tóxica.
Ahora, esto queda resuelto: los tres niños que tienen una mutación genética que les provoca elevados niveles de ácido láctico, no tienen esa proteína y viven, por lo que “la ausencia total de TXNIP es compatible con la vida”, aunque tiene efectos secundarios.
“Gracias a esta enfermedad podemos predecir qué efectos secundarios podría tener una terapia basada en inhibir esta proteína -aumento del ácido láctico-", indica el investigador, quien recalca: “ahora tenemos una gran ventaja: sabemos que inhibirla no es letal”.
No obstante, hay que ser cautos, advierte Giménez-Cassina, para quien hay que seguir investigando y validar estas conclusiones, primero, en modelos animales para en un futuro pasar a la clínica.