Expulsado y sin fueros, Óscar González Daher sería investigado por un fiscal y luego comenzaría el juicio.
Y todo esto con cierta prisa como han hecho con el ex fiscal general del Estado y señora, a quienes como medida preventiva antes de 24 horas los enviaron a Tacumbú y al Buen Pastor. Lo mismo esperábamos con González Daher.
En el periodo legislativo anterior les quitaron los fueros y los sacaron del Senado, pero la Justicia guardó silencio.
Y si quieren un caso más parecido a las circunstancias de dimisión de este año, en el 2017 el senador Jorge Oviedo Matto para evitar la condena presentó la dimisión. Y no solo no le pasó nada (a pesar de haber causas graves de investigación por corrupto) sino que está de nuevo como senador.
Por todo esto decíamos al comienzo que al presentar la dimisión González Daher era una señal de viveza y que en el 2023 lo podríamos soportar de nuevo como senador.
¿Y los delitos grandes que se conocen y que en Luque son aún más porque actuaba como rey y señor de la ciudad? ¿Y las protestas de la sociedad de 20 días seguidos en Luque, con amplia resonancia en todo el país y acudiendo para protestar a Luque personas de la capital y otros departamentos?
Desde el presidente, pasando por todos los senadores y diputados que ganaron su cargo público por fraude y que ahora dicen que luchan contra los corruptos para lavarse el rostro, tienen que hacerlo de verdad contra González Daher.
A nivel de la ANR parece que predominara otro pensamiento. “Es un sinónimo de grandeza. Renunciar no lo hace cualquiera”, comentario del senador Juan Darío Monges. Da vergüenza.