La pieza teatral, escrita por Hernán Jaeggi y dirigida por Gustavo Ilutóvich, está protagonizada por el actor de teatro y cine, así como locutor, Jorge Ramos.
El unipersonal presenta la filosofía de gobierno del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia y su lucha por consolidar la independencia del Paraguay.
“No es fácil creer que en un país en donde es muy difícil vivir del arte, yo puedo seguir representando una obra teatral desde hace 20 años”, comenta el actor de teatro, cine y televisión Jorge Ramos.
Para el artista, dicho logro no es solo eso, sino que representa un orgullo, “más aún sabiendo que se trata de una pieza teatral que trata la filosofía de gobierno de una de las figuras más importantes de la historia de nuestro país”.
VIGENCIA

En estas dos décadas, la puesta se presentó en 5 continentes, 29 países, 55 ciudades extranjeras y 55 ciudades de Paraguay, en aproximadamente tres mil funciones.
Para Jorge Ramos, la experiencia va más allá del unipersonal José Gaspar, la soledad del poder, pues él fue parte del elenco de la versión teatral de la novela Yo El Supremo de Augusto Roa Bastos, dirigida por Agustín Núñez, ambas obras que enarbolaron la figura de Gaspar Rodríguez de Francia.
“Encontrarme con la figura del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, primero en Yo El Supremo y luego en José Gaspar, la soledad del poder, constituye un antes y un después en mi carrera profesional. Me cambió la vida como actor. Me llevó a vivir un mundo mágico, impensado”, confiesa.
Todo eso dejó huellas muy importantes en su carrera. “Evidentemente, hubo momentos de renunciar a ciertas actividades, ya que los compromisos artísticos obligan a tales situaciones, responsabilidades que pesan mucho más que otras labores”, recuerda Ramos.
OPORTUNIDAD
“Cuando un actor/actriz cree ver una oportunidad de zambullirse en un trabajo de actuación que puede llevarlo a caminar por senderos tortuosos, de mucha entrega, trabajo, debe analizar bien si está dispuesto a enfrentar la situación”, analiza Jorge.
Para el actor, se debe tener en cuenta tiempo, sudor, lágrimas, sacrificios que muchas veces es difícil enfrentar. “Pero con el correr del tiempo dejan sus frutos. Luego de un trabajo duro llega el tiempo de cosechar”, opina.
Jorge Ramos señala que son pocos los artistas que logran vivir del arte en Paraguay, ya sea en el campo de la actuación, música, pintura, danza, etc. “Yo solo me dedico a la actuación y un poco, muy poco, a labores de locución”, cuenta.
LA EXPERIENCIA HOY
Para Jorge Ramos, 20 años después del estreno de su unipersonal José Gaspar, la soledad del poder, “lo que me ocurre es eso de ponerme un poco nervioso, ansioso antes de la presentación.
Así debe ser. No es bueno que un actor/actriz suba al escenario y haga su trabajo en forma automática, sin sentir en su fuero íntimo esas sensaciones que da el crear un personaje”, cuenta.
Para Ramos está bien sentir un cosquilleo, un “algo especial” antes de subir a un escenario. “Cada presentación es diferente, cada público es distinto, cada enfrentamiento a una platea tiene sus sabores diferentes y especiales”, dice.
Finalmente, desea que los jóvenes que se interesan en trabajar en el mundo de las artes se multipliquen y que las empresas y entidades gubernamentales apuesten a los productos nacionales.