La Facultad de Filosofía es un espacio de gran importancia para la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, pues Filosofía y Ciencias Humanas, junto a Ciencias Jurídicas fueron las primeras carreras fundadas en la Universidad Católica. “La Iglesia crea la Universidad Católica con estas facultades porque notaba la necesidad de formar líderes con un pensamiento amplio, que puedan aportar con ideas, compromiso y visión hacia el Paraguay que necesitaba y necesita construirse a partir de los más altos valores”, menciona el rector presbítero doctor Narciso Velázquez Ferreira.
La Facultad de Derecho y la de Filosofía han marcado la historia del caminar de la Universidad y de su desarrollo, afirma el rector. Es por eso que, en correspondencia con esa historia y a los 60 años de fundación que celebran este 2020, se enorgullecen de poder empezar la construcción del edificio que albergará la Facultad. En palabras del rector, la construcción del edificio representa, simbólicamente, el compromiso de la Universidad de seguir trabajando por formar personas comprometidas con el país y la sociedad.
Plantea que se necesitan estudiantes con “una visión antropológica que abarque a todo el ser humano y a todos los seres humanos, personas con mentalidad abierta y comprometida con la sociedad, comprometida con la realidad misma del Paraguay”. Plantea que una de las labores de la Universidad es buscar soluciones a las problemáticas sociales de su entorno, con una política de extensión universitaria que pueda concretarse en acciones específicas de mejora.
Historia en el centro
El rectorado de la Universidad Católica se encuentra en una zona de edificios históricos que datan del siglo XIX, uno de ellos el Colegio de La Providencia. El edificio siempre fue de formación, desde el principio con las hermanas vicentinas, que fueron religiosas que sirvieron en el plano educativo. Desde el año 2005, el colegio es administrado por la Universidad Católica.
“La historia, que hoy ya tiene más de 130 años, es lo que se consagra hoy con la construcción de la Universidad allí, en una zona de centros de formación y educación”, según el rector. Pues en la zona siguen coexistiendo el Colegio de la Providencia y la escuela Santa Luisa de Marillac.
El centro de Asunción se está despoblando. Lo que antes fue un centro de vida y movimiento ahora ya no lo es, y la zona quedando abandonada. Sin embargo, la Universidad Católica, planta su nueva facultad en el centro histórico de Asunción como reivindicación al espacio histórico del centro. “Queremos que el espacio donde estén los docentes, donde estén aquellos que se están formando sea en el espacio dónde se gestó la historia de nuestro país”, afirma el rector.
Proyecciones y características
Con el acto se iniciaron las obras, no sin antes haber realizado todos los trámites correspondientes. Se cumplieron todas las instancias y los permisos municipales exigidos en respeto de los edificios históricos y de la zona verde, en palabras de su rector. El mismo afirma que según la empresa constructora, el proceso de construcción del edificio puede llevar una duración de doce meses y se espera que la construcción sea funcional muy pronto.
Está previsto que la edificación respete por completo la construcción antigua, que se levanta sobre lo que fue en su tiempo la vivienda de las hermanas vicentinas. Y elevar el edificio seis pisos más, que es una altura que se conjuga con los edificios de la zona.
El edificio fue diseñado por la arquitecta Mirna Zárate, Directora de Planificación y Fiscalización de Obras y Mantenimiento de la UC, y en la obra se consideró armonizar con el entorno, utilizando materiales que logren esa conjunción. La superficie abarca un total de 6.700 m2.
Actualmente la Facultad de Filosofía tiene 1.200 estudiantes y el edificio proyecta albergar a los mismos pero dando cabida a la posibilidad de expansión.
Cápsula del tiempo
Tradicionalmente, la Iglesia Católica planta en sus edificios una piedra fundamental o angular. Algunas piedras angulares son cápsulas del tiempo desde el momento en que se construyó un edificio en particular.
Con el fin de guardar un mensaje para ser encontrado por generaciones futuras, enterraron en un contenedor sellado de acero el acta del acontecimiento y algunos objetos que cuenten la historia misma del edificio a construir y objetos de nuestra época. Según el rector, de esa forma buscan conservar de forma física ese momento histórico de construcción.
