Andrés Pérez Hoyos, uno de los últimos eslabones detenidos en la causa del crimen del fiscal Marcelo Pecci, amenazó a las autoridades de la Fiscalía colombiana, según dio a conocer el medio W Radio, de Colombia.
Fue en sus declaraciones que presuntamente Andrés dijo que no le importaba pasar 15 a 20 años preso y que los de la organización que dio la orden de acabar con la vida de Pecci “tienen toda la información de dónde viven y con quién; cuántos hijos tienen y qué hacen a diario. Saben sus trayectos en vehículo, dónde viven sus familias y todo aquello que les importa”, refiriéndose a los investigadores.
Esto –según el medio extranjero– fue dirigido a los agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), dependiente de la Fiscalía, y a delegados de la Fiscalía General de Colombia.
A la par, también Andrés Pérez Hoyos dijo que el grupo ya dio la orden de matar a Francisco Luis Correa, a quien contrataron y cantó muchos detalles que terminaron en sus detenciones.
NUEVE DETENIDOS. Hasta ahora, del grupo que se encargó de llevar adelante el asesinato ya hay nueve detenidos, 4 de los cuales están cumpliendo una condena de 23 años y 6 meses.
Se trata de Wendre Still Scott (el sicario), Eiverson Adrián Arrieta (chofer de los sicarios) y Cristian Camilo Monsalve y su madre, Marisol Londoño (encargados de seguir al fiscal y a su esposa).
Por de pronto, restan 5 detenidos que deben enfrentar su proceso ante la Justicia.
En este grupo están Francisco Luis Correa (encargado de logística y de contratar a los sicarios) y Gabriel Carlos Luis Salinas, (el segundo sicario).
Y el resto son los hermanos Ramón y Andrés Pérez Hoyos y la esposa de este último, Margareth Chacón –los últimos detenidos–, quienes habían dirigido el asesinato y a la par tendrían otro jefe, el presunto autor moral del cual no se tienen datos precisos.
Según el medio colombiano Andrés Pérez Hoyos, aparte de amenazar, dijo que “jamás delatará a los jefes de la organización criminal” y pidió su traslado a la cárcel El Pedregal de Medellín.
HIPÓTESIS. Varias sospechas surgieron ya en esta causa. Lo último que se difundió fue que el que habría dado la orden del crimen fue Miguel Ángel Insfrán (40), alias Tío Rico, quien está procesado en nuestro país en el operativo A Ultranza Py, por los hechos de tráfico internacional de drogas, asociación criminal y comercialización ilícita de sustancias.
El hombre está con rebeldía y orden de captura internacional desde el año pasado y su nombre se vinculó al caso en más de una ocasión.