27 ene. 2025

Urge una mejor atención a los asegurados del IPS

El primer mes del nuevo año está transcurriendo con la misma desapacible y conocida rutina en el ámbito de la salud y más específicamente en el Instituto de Previsión Social (IPS). Los asegurados reclaman la falta de medicamentos e insumos y denuncian el pésimo funcionamiento del centro de atención para agendamientos; un paciente falleció aguardando un cateterismo y tres meses después la institución le confirmaba el agendamiento. Es urgente la mejora de atención de los asegurados que son quienes sostienen la institución.

Ciertas informaciones que llegan desde el Instituto de Prevision Social son difíciles de creer. Recientemente, Última Hora se hizo eco de una historia que parecía una fantasía, pero lamentablemente es tan verídica como dolorosa. Se trata de un mensaje captado a través de una captura de pantalla; era la comunicación entre una persona y el servicio de agendamiento de IPS, vía WhatsApp.
–“Buenos días. De IPS Central me comunico. Es con respecto al cateterismo que tiene agendado para el lunes 13 de enero ¿Desea reagendar o confirmar?”, decía el mensaje enviado desde IPS. La persona que recibió el mensaje respondió:

–“Buen día!!! el paciente falleció el 24 de octubre pasado”.

-“Mil disculpas”, fue la respuesta que llegó desde el servicio de agendamiento.

Posteriormente y cuando la noticia ya se viralizó, desde el Servicio de Hemodinámia de IPS Central explicaron que la situación fue a causa de una mala comunicación con uno de los servicios. Al mismo tiempo, se admitió el retraso para los pacientes ambulatorios que necesitan la instalación de un catéter, aunque aseguran que los casos urgentes son operados en el mismo día.

Para los asegurados, la entidad tiene el peor Call Center del mundo. ÚH publicaba también el testimonio de una asegurada embarazada a quien le hicieron esperar más de una hora durante una llamada, pero su intento fue en vano pues se cortó la comunicación. La usuaria, quien debido a su estado necesita obtener un turno para los controles prenatales, en su segundo día de insistencia, volvió a llamar y al ingresar la llamada ya estuvo en la posición número 81. Relató que después de 50 minutos su llamada seguía en la posición 43, cuando se cumplen 60 minutos, se corta.

Los asegurados solamente tienen a los medios y a las redes sociales para hacer públicos sus reclamos, no obstante las falencias continúan. Pero las dificultades para el agendamiento no son los únicos problemas con los que se encuentran los asegurados del Instituto de Previsión Social.

Una asegurada relató que su madre espera por una resonancia hace un año y que logró cita para el estudio para el mes de mayo de este año; sin embargo, los médicos le indicaron que debe operarse urgentemente del tumor que tiene en la cabeza. Esta es una realidad que con demasiada frecuencia enfrentan los asegurados, el hecho de tener que gastar de su bolsillo para realizarse estudios y también comprar algunos insumos debido a la urgencia para el tratamiento y las carencias.

Ya forma parte de la rutina la queja por la falta de medicamentos e insumos. Es el caso de los pacientes que padecen distintos tipos de cáncer y deben vivir un verdadero vía crucis para conseguir los medicamentos, incluso aquellos que son básicos para el tratamiento. Sobre los costos de los mismos, en algunos casos asciende a G. 3.900.000 para dos ampollas que se usan cada 21 días y en otros llega a los G. 6.400.000.

Creado hace más de ocho décadas, el Instituto de Previsión Social cumple una función esencial en nuestro país, ya que presta dos servicios fundamentales, el de la asistencia en salud y la jubilación para miles de trabajadores y trabajadoras. Lamentablemente, la institución no cumple con los servicios que debería prestar. IPS no es una institución del Estado, sino que es sostenida con los aportes de los asegurados.

Se debe terminar con la ineficiencia, clientelismo, denuncias de corruptela y pésimos servicios; se debe terminar con la degradación de la atención y la indolencia de las autoridades. IPS debe respetar los derechos y la dignidad de sus aportantes, quienes deben acceder a una atención digna y respetuosa.

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