“Los huesos, por ejemplo, se muelen y generan un olor imposible de contener. Las vísceras se hierven y eso genera muchísimo olor”, indicó a ÚH.
Recordó que en el año 2021 se registró un incendio por causa de una fuga de amoniaco y advirtió que el contexto sufrido por los vecinos va en contra de la ley. “Que esas industrias sigan en una zona tan poblada es un peligro; los vecinos viven atemorizados y en un ambiente que no está acorde a lo que dice la Constitución Nacional, que señala que toda persona tiene derecho a vivir en un ambiente saludable”.
Los vecinos lograron impulsar que la Comuna accione en contra de los frigoríficos y apruebe una ordenanza, la número 161/24. “Ellos lograron que con el desarrollo que propone la franja costera norte, que se le establezca, vía ordenanza, un plazo a los frigoríficos para retirarse”, explicó Merlo.
Dichos establecimientos podrán, no obstante, mantenerse como lugares para la venta, el empaquetamiento u otras actividades, mas no para seguir con el faenamiento, de acuerdo con el abogado.
La ordenanza, que entró en vigor el 17 de diciembre, establecía un plazo de un mes para que las industrias presentaran su plan de cierre. “Y a la fecha no se habría presentado ningún plan de cierre por parte de las industrias”, informó el abogado, y se está haciendo caso omiso de la ordenanza municipal, que también establece una multa de 5.000 jornales por el incumplimiento de estos plazos, tanto del plazo de presentación del plan de cierre como del cierre del faenamiento”.
A estas alturas, según el profesional, ya tendría que abrirse un sumario, ya que estos frigoríficos, al parecer, no quieren cumplir las normativas.