30 abr. 2025

Urgen aprobar créditos para pagar deuda a constructoras

Las empresas constructoras insistieron en su preocupación por la abultada deuda que tiene el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) por las obras en ejecución. En este sentido, desde la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) y la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco) urgen al Congreso para que apruebe los créditos programáticos enviados por Hacienda y que serán destinados al pago de las deudas.

El ingeniero Paul Sarubbi, de Cavialpa, detalló que dependen del Parlamento en relación con la aprobación de USD 400 millones, de los cuales USD 240 millones serán destinados a la cartera de Obras Públicas y USD 160 millones serán para Salud, según les explicó Hacienda.

“De esos USD 240 millones verdaderamente se va a pagar un buen porcentaje de la deuda que se tiene. Sin embargo, no se va a pagar todo, va a quedar un saldo, y ese saldo Hacienda va a tener que ver cómo ir refinanciando”, indicó Sarubbi. Reiteró que la deuda del MOPC con las empresas suma USD 380 millones en total.

Precisó, además, que el desembolso de los créditos requiere de un proceso, porque una vez que el Senado los apruebe, estos deben ser aceptados por la Cámara Baja, el Ejecutivo, el banco financiador, y el Banco Central los debe acreditar posteriormente.

Al mismo tiempo, el titular de Cavialpa advirtió que la deuda sigue aumentando ante la falta de pago y las empresas continúan en lo mismo: tratando de conseguir financiamiento. Recordó que cuentan con la herramienta de cesión de créditos con los bancos, pero el inconveniente es que las tasas de las entidades financieras subieron al doble; eran del orden del 5% y ahora treparon al 10% a raíz de la política del Banco Central de aumentar las tasas por la elevada inflación.

PARAR LAS OBRAS. Por otro lado, Sarubbi reconoció que la otra solución es parar completamente las obras, pero esta alternativa es traumática, porque existen contratos firmados con trabajadores, proveedores, de equipos, de insumos y de servicios. “Parar una obra tiene un costo elevadísimo, tenés que liberar a la gente, liquidar y cuando arranque de vuelta la obra volver a contratar, y normalmente ya no encontrás a esa gente. El último recurso es parar la obra, pero sí lo que está pasando es que se está bajando el ritmo de ejecución de muchos proyectos, seleccionando los ítems más económicos. Los ítems más caros no se ejecutan, se espera la disponibilidad”, contó Sarubbi.

Igualmente, el titular de Cavialpa alentó a mirar al futuro, porque no se están licitando tantas obras como las que se tienen que licitar, para que la gente tenga continuidad en su trabajo. “Llegamos a volúmenes de USD 1.100 y 1.200 millones, eso significa que hay toda una industria de la construcción preparada (...). Si el Estado baja ese nivel la gente queda sin trabajo, las empresas no pueden pagar las máquinas compradas a crédito, los proveedores quedan sin trabajo”, lamentó.


Capaco señala que bajó el ritmo de las licitaciones
El ingeniero Daniel Díaz de Vivar, titular de Capaco, expresó su preocupación por la falta de pago del MOPC, aunque señaló que “hay que decir que tampoco hay obras”. “Este año el Estado licitó solo cuatro obras, obras grandes para las cuales hay fondos externos”, contó. Agregó que se debe apostar por la creación de un Ministerio de Infraestructura que administre los recursos destinados a las obras públicas de las diversas dependencias del Estado, porque así se tendría una cartera especializada y las demás instituciones públicas se encargarían de los asuntos para los cuales realmente fueron creadas.
Añadió que existe el compromiso de Hacienda en relación con la aprobación de los créditos enviados al Parlamento, pero precisó que, una vez aprobados los préstamos, nuevamente hay un plazo de 80 a 90 días para disponibilizar los créditos. Díaz de Vivar había señalado que el compromiso del MOPC era pagar las deudas en el corto plazo, pero eso no se cumplió.

USD 380
millones es la deuda del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones con las empresas constructoras.