El cardenal Daniel Sturla manifestó que está sorprendido de que este tema “polémico” que divide “las aguas dentro de la Iglesia” surgiera en Navidad.
Mencionó que “está claro que el sacerdote bendice a todo el pueblo” y dijo que estuvo en una cárcel y bendijo a todas las personas privadas de libertad, asegurando de que si la gente le pide su bendición, siempre se la concede.
Recordó que cuando estaban discutiendo la ley trans, estaban en procesión en la parroquia de San Ignacio, y unas personas trans fueron a pedirle una bendición y se la dio.
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“Pero bendecir a una pareja homosexual es otra cosa...”, afirmó el arzobispo en conversación con el diario uruguayo El País.
Según Sturla, el documento vaticano no se refiere a la bendición de la persona, sino de la pareja, algo que “toda la tradición de la Iglesia” y un documento publicado hace dos años dicen que no es posible hacer.
El Vaticano aceptó la “posibilidad de bendecir” a parejas “en situación irregular” o del mismo sexo, sin equipararlas al matrimonio, según un documento publicado el 18 de diciembre por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En el texto, el prefecto de la congregación, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, respondió que “se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su estatus ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio”.
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Esta posibilidad, que sigue la voluntad del papa Francisco, supone un cambio de postura respecto a la que la Congregación publicó en marzo de 2021, dirigida entonces por el español Luis Ladaria Ferrer, y que dijo que la Iglesia Católica no podía impartir su bendición a las uniones de personas del mismo sexo.
“En su misterio de amor, a través de Cristo, Dios comunica a su Iglesia el poder de bendecir. Concedida por Dios al ser humano y otorgada por estos al prójimo, la bendición se transforma en inclusión, solidaridad y pacificación. Es un mensaje positivo de consuelo, atención y aliento”, se lee en el texto.
Sin embargo, pese a la apertura de la bendición de estas parejas, el Vaticano rechaza como “inadmisible” cualquier “rito u oración que puedan crear confusión entre lo que es constitutiva de matrimonio”, como por ejemplo, los que lleva a cabo el clero alemán, que ofrece “actos de bendición” pese a la disconformidad de la Santa Sede.