Durante el primer cuatrimestre del 2019, el ingreso de divisas por las exportaciones del complejo soja ya se ha reducido en más de 350 millones de dólares, en comparación al acumulado a abril del año pasado.
En los primeros cuatro meses de este año han ingresado en concepto de divisas por exportaciones del complejo soja (granos y otros productos procesados) apenas unos 1.171,88 millones de dólares, de acuerdo a datos consolidados por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
Este valor representa uno de los peores desempeños acumulados de la década. De hecho, se ubica bastante por debajo de los USD 1.500 millones que ingresaban en promedio en los últimos cinco años para este periodo, según se analiza el boletín mensual de la Cappro.
La reducción en los ingresos por las exportaciones está asociada tanto al menor volumen de los envíos como a la reducción de los precios internacionales, que continúa con tendencia bajista.
El impacto en este sentido se siente con mayor fuerza en países como Paraguay, que aún tiene una participación mayoritaria de exportación de productos en estado natural, por encima de los industrializados (ver infografía), que suponen un valor agregado.
Industrialización. De hecho, el procesamiento de la oleaginosa se ha venido reduciendo desde hace varios meses. El anterior no fue la excepción.
Al cierre del mes de abril, la molienda acumulada del 2019 se ubicó en 1.144.188 toneladas de oleaginosas, de acuerdo a la Cappro.
Este valor implica un retroceso de 5,4% si se compara con el promedio de los últimos tres años, durante el primer cuatrimestre del año.
La variación aumenta al 7,7% si se realiza la comparación con el primer cuatrimestre del 2018, se detalla en el boletín.
Si se analiza la soja en particular, la principal materia prima procesada por la industria aceitera nacional, se puede observar que ésta explica en mayor porcentaje la disminución total que se mencionaba.
Las 1.123.344 toneladas procesadas de esta oleaginosa hasta el mes de abril representan el menor registro acumulado para este periodo desde el 2014.
Según la cámara, la principal limitante para el procesamiento este año es la incertidumbre con relación a los factores que hacen a la competitividad de la industria, además de algunos problemas climáticos que afectaron la calidad del grano y obligan a reducir en cierta medida el ritmo de procesamiento en las fábricas.