El uso indebido incide en la aparición de infección respiratoria hasta cuadros bronquiales, advierte el doctor Luis Costas Gastiaburo, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas.
“En estos días fríos, mucha gente consulta porque tiene problema de garganta, problema de congestión nasal, tiene dificultad para respirar y eso es ocasionado y acentuado por el abuso del aire acondicionado con temperatura elevada”.
Muchos pacientes, en especial niños, consultan en el Hospital de Clínicas por molestias de garganta, otitis y rinitis, que aseguran que usaron calefactor.
CONSECUENCIAS. Los dispositivos “mandan aire caliente seco. Las vías respiratorias en particular funcionan naturalmente con humedad. Se produce casi un litro de secreción mucosa para humedecer, filtrar y entibiar el aire que va a los pulmones. Ese aire seco, seca las vías respiratorias mucosas, y se forman costras, que después con la dificultad para eliminar facilita que se infecte”.
Es decir, el mecanismo de defensa no funciona al secarse por lo que se generan los cuadros infecciosos. Si se usa el aire a 30 grados por un extenso periodo de tiempo, causa dolor de cabeza, sequedad en los ojos, congestión nasal y tos seca irritativa.
En los países con mucho frío se usa calefactores con aceite o gas y no emanan aire seco como los acondicionadores de aire eléctricos, señaló el doctor Costas. En ese sentido, recomendó solo usar para entibiar la habitación y luego apagar.