El viernes, un portavoz de AstraZeneca, citado por el Financial Times, señaló que un estudio sobre una muestra de 2.000 personas demostró que la vacuna británica tiene una eficacia limitada ante las formas leves de la enfermedad causada por la variante sudafricana.
No obstante, sí podría ser eficaz frente a formas graves de la enfermedad, aunque aún no hay datos suficientes sobre este estudio, que será publicado hoy lunes, como para confirmarlo definitivamente.
“Investigadores sudafricanos y británicos constataron que (...) la vacuna es mucho más efectiva contra la (cepa) original del coronavirus que sobre la variante”, afirma sobre el estudio la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo), aún sin cotejar por otros estudios. “Estas primeras conclusiones parecerían confirmar que la variante del virus aparecida en Sudáfrica puede transmitirse entre la población ya vacunada”, agregó.
El estudio fue realizado con la participación de 2.000 voluntarios con una media de edad de 31 años, y no justifica descartar la eficacia del producto frente a formas graves de la enfermedad, hospitalizaciones y defunciones puesto que la población analizada es de bajo riesgo.
Sin embargo, podría llevar un tiempo antes de determinar su eficacia contra la nueva variante, cada vez más frecuente entre ancianos en el Reino Unido, señaló por su parte a la BBC Sarah Gilbert, quien lidera el desarrollo de esta vacuna en Oxford, expresándose en términos similares a sus colegas sudafricanos. Ante la variante sudafricana, el producto de Oxford/AstraZeneca quizás no reduzca el número total de casos, pero aun así puede proteger contra la muerte, hospitalizaciones y las formas más graves de la enfermedad, prosiguió. “Es posible que (los resultados) tengamos que evaluarlos a partir de varios estudios”, añadió.
Luego, AstraZeneca declaró: “Creemos que nuestra vacuna continuará protegiendo en las formas graves de la enfermedad. Sus anticuerpos neutralizantes tienen una actividad equivalente a la de otras vacunas contra Covid-19 que han demostrado eficacia frente a las formas de la enfermedad más graves, en particular cuando el intervalo de la dosificación se optimiza a 8-12 semanas”.
vacunas rusas. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, afirmó ayer estar abierto a que la vacuna rusa Sputnik V contra el Covid-19 o las desarrolladas en China sean fabricadas en Austria, si obtienen la autorización de la Unión Europea (UE). “Si los fabricantes de las vacunas rusa o china obtienen la luz verde y son producidas en Europa, Austria intentaría por supuesto poner a disposición las capacidades de producción en las empresas nacionales apropiadas para estos fármacos”, declaró el dirigente conservador en el periódico dominical alemán Welt am Sonntag. “Se trata de obtener una vacuna segura lo más rápido posible, poco importa quién la fabrica”, insistió.