Los vapeadores o cigarrillos electrónicos se están volviendo cada vez más comunes en la sociedad paraguaya. El público principal está compuesto por los jóvenes, quienes aducen haber encontrado un estilo de vida, más allá de una moda pasajera. De hecho, muchos consumidores señalan que nunca antes habían fumado tabaco en su vida, pero sí decidieron utilizar vapeadores, pues aseguran que inhalar humo y vaporizar esencias son conceptos muy diferentes. Otras personas sí hallaron en los cigarrillos electrónicos el reemplazo a los pitillos convencionales.
De acuerdo con las estadísticas oficiales de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), la importación de los vapeadores ha crecido exponencialmente. El primer registro de ingreso de este producto data de 2008, cuando se trajeron 290 aparatos, por menos de USD 1.500 (valor FOB). Sin embargo, en 2018 se importaron 360.732 vapeadores, los cuales alcanzaron un valor total de USD 2.785.838. En lo que va de 2019 ingresaron 292.412 equipos por un valor de USD 3.187.362.
La entidad aduanera recaudó G. 1.296 millones el año pasado por los impuestos que pagaron estos productos. De enero a mayo del corriente ejercicio, la recaudación ya trepó a G. 1.293 millones.
Un nuevo segmento comercial ha nacido con base en estos artículos. De un tiempo a esta parte se han montado hasta bares de vapeadores en varias zonas de Asunción. A estos establecimientos acuden los aficionados a las esencias, quienes además encuentran servicio técnico, con el fin de hacer mantenimiento a sus instrumentos de vaporización.
EXPANSIÓN. Alexis Doux, dueño del local Vape and Game, comentó que posee tres sucursales y cada negocio en promedio recibe a 30 clientes por día. Pese a la gran aceptación que han tenido estos artículos en el mercado local, remarcó que casi toda la importación que registra Aduanas va a las tiendas de frontera, pues la venta de estos objetos está prohibida en Argentina y Brasil, pero no así el consumo.
El emprendedor relató que últimamente existen muchos prejuicios contra este segmento y aclaró que vaporizar no es un hábito perjudicial, como se quiere establecer. Explicó que los consumidores de este producto preferentemente buscan sabores agradables, que estén relacionados a la gastronomía. Destacó que en Estados Unidos incluso existen esencias con gusto a pizza, panceta, entre otros alimentos. Negó que en Paraguay se venda marihuana u otras sustancias ilícitas para vaporizar con los cigarrillos electrónicos.
“El líquido del vape es supersencillo. Tiene cuatro componentes básicos y otros opcionales. Tiene glicerina vegetal; propilenglicol, que es el fijador del sabor y se usa también en repostería; y los saborizantes. La nicotina es opcional, no está presente siempre. Pero esto en otros países se recomienda como sustituto para el consumo de tabaco, en lugar de los parches de nicotina”, expresó.
Aseveró que no existe un estudio serio que demuestre los perjuicios de los vapeadores y ratificó que los líquidos no son cancerígenos.
Los vaporizadores se pueden encontrar en el mercado desde G. 150.000 y las esencias líquidas desde G. 45.000, aunque las recargas incluso se pueden realizar desde G. 3.000 el mililitro, apuntó Doux.