Moda insalubre. Vapear como le llaman los adolescentes al uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores que ganan adeptos cada vez más jóvenes, tiene otra cara que pocos conocen o quieren aceptarlo: No solo deterioran los pulmones sino que también afectan a la salud sexual, según estudios científicos.
El uso indiscriminado del vapeador duplica el riesgo de padecer disfunción eréctil en hombres de 20 a 65 años, según un estudio realizado en Estados Unidos y publicado en el 2021 en la revista American Journal of Preventative Medicine.
Otro de los impactos es el riesgo de la infertilidad tanto en hombres como en mujeres, señaló la doctora Zunilda Palacios, directora del Programa Nacional del Control de Tabaquismo y Enfermedades Respiratorias Crónicas (Pronaterc) del Ministerio de Salud Pública (MSP).
“Se los relaciona por tener ciertas sustancias que puedan influir sobre la fertilidad no solamente en hombres sino también en mujeres. Hay estudios que se están haciendo en los laboratorios y se cree que tienen efectos sobre la fertilidad”, refirió.
INGREDIENTES TÓXICOS. Los vapeadores en su mayoría contienen nicotina que es el componente adictivo y responsable de las sensaciones placenteras engañosas, incluso tienen saborizantes que los hacen más atractivos para los consumidores primerizos.
“Contiene propilenglicol, glicerina y otras sustancias como metales pesados que son sumamente nocivos. Los productos saborizantes contienen algunas sustancias que pueden producir enfermedades graves como la bronquiolitis, que son enfermedades gravísimas que puede afectar el pulmón”, advirtió.
Los dispositivos electrónicos contienen –según investigaciones– sustancias cancerígenas entre ellas nitrosaminas y otros químicos como dietilenglicol, acetaldehído, formaldehído, acroleína, tolueno y metales pesados en las que figura el níquel, plomo, cinc y el cromo.
El vapeador en sí puede producir desde una rinitis inocente, congestión de las vías respiratorias y puede causar enfermedades graves como la enfermedad pulmonar crónica. “Se les relaciona también, aunque no tengamos confirmación, con cánceres que pueden ser pulmonares o de otros sitios del cuerpo y también tiene efectos cardiovasculares importantes que pueden conducir a producir arritmias, hipertensión arterial”.
La prevalencia del consumo –en el 2019– entre los jóvenes era del 12,5% de vapeadores y de tabaco era del 3%. La doctora Palacios estima que estás cifras pueden triplicarse actualmente.
OFERTA INDISCRIMINADA. Colores variados, amplia gama de sabores, bajo costo y oferta accesible en todas las tiendas. Los vapeadores, cigarrillos electrónicos o pods (dispositivos recargables) se ofertan abiertamente en supermercados, bodegas, tiendas, pese a que existe una disposición del Ministerio de Salud que prohíbe la venta en establecimientos no habilitados. La oferta es indiscriminada y la moda se impone cada vez más entre los adolescentes. La adicción llega desde los 10 a 11 años.
“La publicidad poco controlada o sin control hace que el uso de vapeadores hoy esté ganando terreno entre nuestros niños y adolescentes, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha definido al uso de vapeadores como una nueva forma de fumar”, señaló el doctor José Oviedo, neumólogo.
Consideró que el control y uso debe iniciarse en la casa, por sobre todo tomar conciencia del riesgo que implica.