Vecinos en pie de guerra defienden al joven Eduardo Peralta, de 23 años, quien vive en la colonia Naranjito, distrito de General Resquín, en el Departamento de San Pedro, que cuidaba de su padre enfermo y trabajaba en la chacra desde que tenía 17 años.
La madre del joven, identificada como Olga Noemí Ferreira, abandonó la vivienda familiar hace seis años y ahora volvió proclamándose dueña supuestamente de más de 50 hectáreas de soja de su hijo en etapa de cosecha. Llamativamente, consiguió resoluciones judiciales a la medida, según los vecinos.
Esta situación caldeó los ánimos de la gente, que anunciaron que impedirán cualquier intento de cosechar la soja por parte de la mujer, porque afirman que el verdadero dueño es el joven, que aparte de cuidar al padre trabajó de sol a sol por su cultivo.
Esta historia comenzó en el 2015 cuando el señor Tito Peralta sufrió un paro cardiaco y quedó postrado en una silla de ruedas, unos meses después su esposa Olga Noemí Ferreira lo abandonó llevándose a tres hijas.
Con el padre quedó Eduardo Peralta, quien se encargó de su cuidado. Supuestamente, la mujer aprovechándose de la situación de su esposo vendió todo lo que podía.
Mientras que su hijo comenzó a trabajar en la agricultura y gracias a su esfuerzo pudo comprar maquinarias agrícolas y empezó a cultivar soja.
Según los vecinos, el joven Eduardo Peralta trabaja de sol a sol y es así que cuenta con un cultivo de 58 hectáreas de soja en etapa de cosecha.
Hace algunos días apareció la madre, luego de seis años, con una orden judicial para cosechar la soja de su hijo, ante esto intervinieron los vecinos e impidieron que la mujer se apodere del fruto del trabajo ajeno.
Ante esto, la madre denunció a su hijo por supuesto maltrato y consiguió una orden de alejamiento, otorgado por el actuario judicial Herminio Meza.
Según el mismo afectado, el objetivo era cosechar su soja teniendo en cuenta que el tenía prohibido acercarse a 500 metros de su chacra.
Los vecinos realizan guardia 24 horas para impedir que se cometa lo que ellos consideran una injusticia contra el joven.
Ignacio Lezcano, uno de los vecinos, explicó que toda la comunidad está a favor del joven porque ven cómo trabaja y su sacrificio por salir adelante y en ese sentido están de acuerdo y defenderán su derecho.
“Estamos con él y lo vamos a defender, no permitiremos que su madre le siga estafando y sacándole todo lo que ha ganado con sacrificio, jamás permitiremos que después de seis años aparezca y quiera cosechar la soja de su hijo”, explicó.
Intentamos dialogar con la Olga Noemí Ferreira para conocer su versión, pero no se hizo encontrar.