Ambiente difuso. Los controles en la capital del país de las emisiones de humo negro de vehículos revelan el mal estado en que se encuentra una considerable cantidad de rodados, tanto particulares como de transporte público. De 2.600 vehículos verificados, más de 300 sobrepasaron los parámetros establecidos sobre material particulado que expiden a través de los caños de escape, según el jefe de departamento de Recursos Naturales de la Municipalidad de Asunción, Walter Lezcano.
Dicho monitoreo es de enero a junio de este año. Y solo en el mes de julio, de un total de 154 buses controlados hallaron que 28 transportes superaban los 2,5 micrómetros, nivel máximo establecido en las disposiciones municipales respectivas.
De superar el parámetro permitido de opacidad, los conductores están expuestos a una multa de 5 jornales mínimos para el caso de automovilistas (G. 421.700); 10 jornales mínimos para las camionetas (G. 843.400) y 20 jornales mínimos para los buses (G. 2.024.160).
CONTAMINACIÓN. La calidad de aire en Asunción por humo negro (material particulado 2,5) ha empeorado, según el informe difundido en marzo de este año por el Centro Mario Molina de Chile (CMM). La concentración del contaminante es 20% más del promedio diario encontrado en el año 2010 y un 50% más que en el 2014.

“Para el año 2019, se contabilizó una flota aproximada de 1.870 buses en toda el área metropolitana de Asunción (AMA), cuya antigüedad promedio es de 8,2 años. La renovación es muy lenta; en comparación con el año 2014, la flota es 20% menor y la antigüedad es de 6 años menos en promedio”, señala parte del último informe de CMM.
También resalta que el Decreto presidencial 2133/14 establece la obligatoriedad para que las empresas de transporte público del área metropolitana integren unidades nuevas cero km.
RECOMENDACIONES. Reducir importación de vehículos usados es una de las sugerencias hechas por el Centro Chileno, encargado del informe.
También recomienda crear una plataforma de información para el consumidor con el fin de que conozca el rendimiento y las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos que se comercializan en el país. Otro aspecto citado es establecer tasas impositivas diferenciadas de acuerdo con la eficiencia de los vehículos y promover los transportes eléctricos o híbridos enchufables para reducir el consumo energético y emisión de gases de efecto invernadero.