La crisis política que parecía aminorar con las renuncias de los involucrados en la firma del polémico acuerdo con el Brasil sobre Itaipú resurgió ayer y posicionó al vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, en el ojo de la tormenta, luego de que se confirmó que el joven abogado José Rodríguez González, hijo de la ex ministra de Seprelad María Epifanía González, invocó la figura presidencial para comercializar energía de la ANDE a favor de una empresa brasileña supuestamente vinculada al presidente Jair Bolsonaro.
Cuando Abdo Benítez estaba consiguiendo oxigenarse tras superar la primera crispación que lo obligó a exigir la renuncia de cuatro de sus colaboradores, nuevamente desde ayer volvió a tambalear ahora ya una seria amenaza de juicio político para ambos integrantes del Poder Ejecutivo.
El nuevo escándalo explotó a tempranas horas de ayer, horas antes de que Marito tomara juramento a su nuevo canciller Antonio Rivas. Durante el acto, se le observó a un incómodo mandatario junto con el vicepresidente de la República, quien en todo momento buscó despegarse del abogado que, según las publicaciones periodísticas, manejaba información privilegiada gubernamental y consiguió eliminar un artículo sobre la venta de energía a empresas privadas.
Tras el juramento del canciller, el presidente se reunió largo rato con Velázquez. Luego anunciaron que solicitaron la intervención de la Fiscalía para investigar y resolvieron que el vicepresidente acuda a la Cámara de Diputados a dar la cara en la sesión extraordinaria con la intención de bajar los decibeles.
A esas horas, en Palacio de Gobierno daban a conocer la designación de Carlos Arregui como nuevo ministro de Seprelad, en reemplazo de María Epifania González, quien renunció tras el escándalo que involucró a su hijo.
La designación de Arregui fue considerada como una afrenta por el cartismo, que cuestiona la figura del asesor del jefe de Estado.
Añetete en urgencia. Cerca del mediodía se convocó a una reunión de urgencia en Palacio a Colorado Añetete, soporte político del presidente. Ingresaron por el acceso privado los senadores Blanca Ovelar, Juan Carlos Galaverna y Enrique Bacchetta. Se sumó después Silvio Ovelar y Rodolfo Friedmann ya estaba en el lugar. Velázquez estuvo con ellos y luego fue a Diputados a tratar de defenderse.
Minutos después se sumó a la reunión la senadora Lilian Samaniego, quien tiene un bloque independiente junto con otros dos senadores y apareció por el Palacio después de mucho tiempo.
Los voceros del encuentro fueron Enrique Bacchetta y Lilian Samaniego, quienes anunciaron que dieron apoyo al presidente y admitieron que preocupa la advertencia de los opositores de impulsar el juicio político porque enturbia el ambiente.
“(Marito) está un poco afligido por todo lo que está ocurriendo y no se esperaba todo eso, lastimosamente”, apuntó Bacchetta.
Ambos señalaron que es el vicepresidente quien debe esclarecer la situación y explicar a la ciudadanía.
Tras la reunión, el vicepresidente se trasladó a Diputados para defenderse.