El 2 de enero, dos abogados fueron a la Comisaría 23ª de Zeballos Cué, a asistir a un detenido por reducción.
Explicó que el suboficial Braulio Ferreira supuestamente solicitó G. 1.500.000 al abogado Pedro Peralta para no comunicar al fiscal.
Ante la negativa, el suboficial dijo que no había “acuerdo” y que se comunique a la Fiscalía. “Ahí empezó nuestro calvario”, denunció Arce.
Luego, su defendido ya fue subido en una patrullera. Ante su reclamo, supuestamente el suboficial Ferreira le propinó a Arce un golpe en la mano y comunicó al fiscal Cantero, que una turba de persona causó destrozos en la Comisaría, y el agente ordenó la detención de los abogados.
Al salir, ambos denunciaron a los policías por falsificación y extorsión. Explicó Arce que la denuncia por reducción habría tomado un oficial, pero que este ya fue trasladado hace un año y que usaron su usuario. También dijo que el segundo detenido no aparece en el acta de procedimiento y que eso se modificó.
“Los policías, la mayoría tienen antecedentes por los mismos hechos. Vemos policías corruptos, porque fiscales apañan”, dijo. El juez dio trámite de oposición y será un adjunto el que vea si ratifica el pedido de desestimación.
NIEGA. El fiscal Cantero, por su parte, sostuvo que los abogados mienten, que atropellaron la comisaría, tirando y rompiendo cosas, porque sus familiares estaban detenidos y que eso quedó grabado. Dijo que no se encontraron elementos para sostener la causa por extorsión y falsificación.
Recordó que ambos ya están imputados por resistencia y perturbación.