EFE
El esqueleto del animal extinguido, principal atractivo de la subasta Second Evolution que tuvo lugar en la sede en la que esta casa, en la localidad de Billingshurst, en el sur de Inglaterra, conserva cerca del 90 por ciento de sus piezas originales y las desaparecidas han sido sustituidas por réplicas.
El mamut, al que los expertos le han apodado “Monty”, alcanza los tres metros y medio de altura y supera los cinco metros de largo.
Este esqueleto, considerado único, pues se extinguió hace diez mil años, está compuesto por más de 150 piezas que, a tenor de sus medidas, indican que su peso pudo llegar a las seis toneladas.
Tanto el vendedor como el comprador de la pieza prefirieron mantenerse en el anonimato, según la casa de subastas, que se ha limitado a decir que ambos son coleccionistas privados.
Además de esta pieza que alcanzó un valor considerable, en otras pujas también fue subastado un esqueleto de una moa, un tipo de ave gigante que habitaba en Nueva Zelanda y que se extinguió hace mil años, que alcanzó el valor de las 55.000 libras (69.000 euros).
El responsable de la subasta, Errol Fuller, subrayó la importancia de estas ventas debido a que son piezas de especies “muy raras y extinguidas”.